5 de septiembre de 2011

Primeras impresiones

El pasado viernes se dio el pistoletazo de salida a los partidos amistosos EBA con el duelo entre el Pas Piélagos y el SAB Torrelavega, en conmemoración de la festividad de la Virgen de Valencia. Lo de menos era el resultado, aunque el trofeo acabó en las vitrinas renedanas tras una prórroga (79-71); con apenas una semana de entrenamiento en sus piernas, la parte competitiva quedaba relegada en un segundo plano. Sin embargo, el choque sirvió para testar las novedades que presentaban ambos conjuntos y, por desgracia, ya se sabe que no existe una segunda oportunidad para causar una buena primera impresión.

Renovación total

El Pas Piélagos se presentó con el plantel al completo, excepto Sam Seck. Ángel Abascal esbozó una rotación corta, de apenas ocho jugadores, en la que jugarán un papel clave las soluciones tácticas ante dificultades futuras en forma de lesiones o de faltas. El técnico ha impregnado al conjunto pielaguista de su tradicional agresividad defensiva y un ataque rápido y creativo, muy atractivo para el público. La apuesta es arriesgada, pero conquistar sin riesgo es triunfar sin gloria.

David García Peña deleitó a sus aficionados jugando al ralentí (22 puntos). Lo hace tan sumamente fácil en ataque que no nos cansaríamos de escribir de sus virtudes. Además, cuando el partido llegó a los momentos decisivos, asumió el protagonismo sin titubear (crack). Su compañero en el backcourt, Xavi Sastre, dejó detalles de calidad en un partido sin excesos. Excelente planta, osado ofensivamente y con manos rápidas atrás, aunque la sombra de Fran Fernández (16'1 puntos y 5'2 asistencias) es muy alargada.


El fichaje estelar en el juego interior es Chris Bart-Williams, jugador que posee una gran movilidad defensiva y que fomenta la unión del grupo interactuando con todos. En su debe, la necesidad de encontrar situaciones en las que pueda anotar canastas con mayor facilidad. Parece que adquirirá una vital importancia la disponibilidad de Borja Anillo como tres-cuatro, con el objetivo de completar los minutos de rotación vacantes; oportunidad de oro la que se le ofrece este año al jugador solariego.

Mención aparte merece Quique Rivas: el escolta solarista entusiasmó a la afición renedana con su intensidad y su atrevimiento, tomó la alternativa, con dos orejas y rabo. Jorge Barquín superó los nervios iniciales (apoyado por sus compañeros de generación) y enchufó un triple redentor; parece que se acoplará progresivamente a la posición de uno. Además, disfrutaron de minutos Adrián Villa (activo y versátil) y Pablo Obregón (raza blanca, tirador); ambos ayudarán al conjunto EBA en los entrenamientos.

Continuidad en el proyecto

Por su parte, en el SAB Torrelavega, a simple vista, no parece que cambien demasiadas cosas. Entre las novedades, además de los tres refuerzos (Xavi Guía, Eloi Galofré y Manu Díaz), solo los presumibles minutos extra como escolta de Pablo Martínez, a quien le tocó bailar con la más fea (Peña), y que Miguel Jenaro apenas compartiera minutos en cancha con Jorge León, algo seguramente más coyuntural que práctico, imaginamos.

El último en llegar fue el primero en destacar. Eloi Galofré es un jugador muy del gusto de su entrenador, un tres alto, que ayudará en el rebote ofensivo y aportará más consistencia en las labores defensivas. En su primera comparecencia se permitió el lujo de encestar dos triples, hasta sumar 14 puntos. Manu Díaz, en su retorno al feudo donde pasó las últimas cuatro temporadas, apenas apareció en cancha, no disputó ni un solo minuto tras el descanso y cuando actuó lo hizo en la posición de alero.


Xavi Guía no ofreció la versión buena: mejora el desierto de playmakers existente en la plantilla, pero generó numerosas dudas. Derrotado en su duelo directo con Xavi Sastre en el primer episodio de la Guerra de los Xavis, no es un base explosivo y falló en su punto fuerte, la dirección, errando en las acciones claves del encuentro. Tiene aún mucho crédito, contrastado con ascensos deportivos de por medio, así que demos tiempo al tiempo.

Sorprendió negativamente que, estando en tiempo de prácticas, apenas jugasen Pablo Torralbo y Álvaro Fernández (Basu), condenados a ganarse el sitio en el conjunto filial. Con oportunidades que apenas sobrepasan los tres minutos de juego, es difícil demostrar lo que llevan dentro, un gran contraste, ciertamente, con los ex-juniors solaristas del equipo rival. Un análisis de JOSÉ ÁNGEL DURÁN AGUIRRE | www.algosemueve.org


Fotografías | David Cuesta para el Pas Piélagos