4 de diciembre de 2014

♫ Americanos, os recibimos con alegría... ♫

Apuntes del Grupo de Santiago 70-83 Igualatorio Cantabria

Un destrozo descomunal:  Seguro que las miradas de los aficionados estelistas estaban inicialmente centradas en la figura de su último fichaje, el estadounidense T.J. Robinson; pero el auténtico protagonista del arrollador arranque del CD Estela fue Luis Otero. El jugador ferrolano impartió una clase magistral de acciones en el poste bajo, donde mostró un juego de pies digno del mismísimo Luis Scola. Su acierto desde la larga distancia le puso el broche de oro a un cuarto estratosférico (14 puntos), ante un rival incapaz de encontrarle un contrapeso en su reducida nómina de jugadores interiores. Entre ellos figuraba un desdibujado y exasperado Txomin López (significativa ausencia en el quinteto inicial), que en sus 21 minutos en cancha restó más de lo que sumó; muy preocupante.

La batalla de los nervios:  Como colista de la liga y con un rosco en el casillero de victorias, el Igualatorio Cantabria acudía a la cita con una dosis de presión más significativa que la de su adversario. Sin embargo, fueron los locales los que mostraron una menor capacidad de convivencia con ella. Su cúmulo de pérdidas de balón (incontables en la primera mitad) y la seriedad mostrada por la escuadra santanderina antes del descanso bosquejaron a un Grupo de Santiago totalmente superado por las circunstancias (25-44), carne de cañón para la Primera División (qué diferencia con lo visto siete días antes en el Palacio). Sólo en un momento amenazaron la victoria los burgaleses: mediado el tercer periodo (43-49), en plena exhibición anotadora del alero Álvaro Gómez (20 puntos).



Una grata primera impresión:  No es una roca (más bien lo contrario, un jugador espigado) ni dispone de unos esplendorosos fundamentos de ataque (aunque eso no le impide sumar sus puntos). Y a pesar de ello, parece un gran fichaje para el CD Estela: con una notable capacidad de salto, T.J. Robinson echa el candado a su rebote defensivo (11 capturas en El Plantío) y en ataque su sola presencia supone una liberación para Luis Otero. En cuanto a su compatriota Matt Pebole, genera muchas más dudas: el quinteto en pista gana en centímetros, pero su capacidad ofensiva de momento queda en entredicho. En cuatro minutos menos en cancha, el vallesino Dani Gómez ofreció un abanico de recursos mucho más amplio. Dos triples suyos consecutivos cerraron definitivamente el partido.


MARIO TAMAYO CASTAÑEDA | www.algosemueve.org