Salida en tromba: Ha quedado sepultada bajo tierra la versión diesel del Pas Piélagos, aquella que precisaba el paso de los minutos para que sus motores calentaran y alcanzaran su máximo rendimiento. Ahora, el conjunto renedano aborda su entrada en la cancha con la intención de mostrar su poderío físico desde el primer instante del partido y sus adversarios se encuentran total y absolutamente incapacitados para entrar en el cuerpo a cuerpo. En la batalla de los tempos, el Venta de Baños naufragó de manera visible y su inferioridad bajo los tableros supuso su sentencia, especialmente en la primera mitad, con un Pape Abdoulaye convertido en un auténtico pulpo (17 rebotes, 13 de ellos en su tablero). Pero no es solo músculo el equipo dirigido por José Ignacio Álvaro, y ahí están David García Peña (18 puntos en su enésima juventud) y Raúl González para recordarlo con cierta frecuencia.
Mutación visitante: Con una abultada diferencia en el electrónico (52-33 al descanso), se dispararon los niveles de relajación entre los jugadores y los aficionados locales. Apenas unos minutos del tercer periodo le bastaron al conjunto palentino para superar la cuenta de rebotes ofensivos de la primera mitad. Juampe García asumió con maestría el mando de las operaciones y sus penetraciones se convirtieron en una rémora para la defensa pasista. La acumulación de 2+1 y (finalmente) la presión en toda la pista, con una sucesión de pasos en situaciones de franquía hacia el aro contrario, terminaron por enredar a la escuadra local. Los visitantes (que llegaron a situarse seis abajo) no sacaron todo el petróleo que pudieron de los momentos de desconcierto y el retorno a la normalidad acabó con sus opciones de victoria (86-79). No merece el balance de 1-6 el cuadro venteño.
El partido redondo: Es lo que le falta al Pas Piélagos en sus comparecencias en el Fernando Expósito para confirmar sus aspiraciones a la fase de ascenso. Los renedanos pueden permitirse ciertos lujos ante determinados equipos de la categoría, pero la jet-set del Grupo A-A de la Liga EBA no le va a perdonar desconexiones como la protagonizada este domingo en la recta final del encuentro. Eso no debería ser obstáculo para reconocer los méritos contraídos por el conjunto renedano, bien en forma de resultados (6-1), bien de sensaciones sobre la cancha. Sus 85'0 puntos de media han reconciliado a la hinchada con el equipo y el carisma de jugadores como el angoleño Julio de Assis y el senegalés Pape Abdoulaye ha refortalecido la conexión entre público y actores. Y no nos olvidamos: Miguel Molina, a un solo rebote del triple-doble (18+9+10 faltas recibidas). Fotografía | David Cuesta para el Pas Piélagos
MARIO TAMAYO CASTAÑEDA | www.algosemueve.org
Mutación visitante: Con una abultada diferencia en el electrónico (52-33 al descanso), se dispararon los niveles de relajación entre los jugadores y los aficionados locales. Apenas unos minutos del tercer periodo le bastaron al conjunto palentino para superar la cuenta de rebotes ofensivos de la primera mitad. Juampe García asumió con maestría el mando de las operaciones y sus penetraciones se convirtieron en una rémora para la defensa pasista. La acumulación de 2+1 y (finalmente) la presión en toda la pista, con una sucesión de pasos en situaciones de franquía hacia el aro contrario, terminaron por enredar a la escuadra local. Los visitantes (que llegaron a situarse seis abajo) no sacaron todo el petróleo que pudieron de los momentos de desconcierto y el retorno a la normalidad acabó con sus opciones de victoria (86-79). No merece el balance de 1-6 el cuadro venteño.
El partido redondo: Es lo que le falta al Pas Piélagos en sus comparecencias en el Fernando Expósito para confirmar sus aspiraciones a la fase de ascenso. Los renedanos pueden permitirse ciertos lujos ante determinados equipos de la categoría, pero la jet-set del Grupo A-A de la Liga EBA no le va a perdonar desconexiones como la protagonizada este domingo en la recta final del encuentro. Eso no debería ser obstáculo para reconocer los méritos contraídos por el conjunto renedano, bien en forma de resultados (6-1), bien de sensaciones sobre la cancha. Sus 85'0 puntos de media han reconciliado a la hinchada con el equipo y el carisma de jugadores como el angoleño Julio de Assis y el senegalés Pape Abdoulaye ha refortalecido la conexión entre público y actores. Y no nos olvidamos: Miguel Molina, a un solo rebote del triple-doble (18+9+10 faltas recibidas). Fotografía | David Cuesta para el Pas Piélagos
MARIO TAMAYO CASTAÑEDA | www.algosemueve.org
