22 de enero de 2016

Construye tu equipo de Liga EBA

En las competiciones profesionales (como la Liga ACB o la LEB Oro) existen marcos de contratación de jugadores, más o menos conocidos por todos. Lo que no sabe el gran público es que, a la hora de confeccionar sus plantillas, los clubes de la Liga EBA también están sometidos a una estricta normativa. La FEB les obliga a disponer de un mínimo de 8 y un máximo de 12 licencias a lo largo de toda la temporada. Y no solo eso: de todas ellas, al menos 7 tienen que pertenecer a jugadores de formación, es decir, a aquellos que se han desarrollado como tales en equipos afiliados a la FEB (no entraremos en detalles).

En este sentido, y curiosamente, el club cántabro más afectado por la reglamentación ha sido La Gallofa Cantbasket, a pesar de contar con el mayor número de jugadores de la casa. La explicación es sencilla: la mayor parte de ellos compagina su participación en la Liga EBA con la Primera División y sus fichas autonómicas no computan. Por este motivo, la entidad inscribió como jugador al delegado de equipo y de campo de la pasada campaña. Se trata de una táctica muy extendida entre los clubes de la comunidad; el Igualatorio Cantabria hizo algo muy parecido en la 2011-2012 para cumplir con los siete cupos de formación.


No es la única limitación: una vez alcanzadas las 12 licencias federativas, la FEB permite un máximo de (otras) tres altas. En esa situación se encuentra el CD Estela desde el pasado 20 de noviembre, día en el que consumó el fichaje de Pablo Jaramillo. Desde entonces, el club ha realizado dos incorporaciones: la de Aaron Brackett (en lugar de Marko Kovacevic) y la de Spenser Mitchell (sustituto de Paul Larsen, aunque es Jorge Terán quien ha causado baja el 21 de enero). Con todo ello, el Igualatorio Cantabria todavía cuenta con una última oportunidad de cambio antes de la fecha tope, el lunes 29 de febrero.

En principio, a partir del cierre de ese plazo no se permite la contratación de ningún hombre; salvo en dos casos muy concretos: 1º) cuando el jugador que se incorpore no haya disputado ni un solo encuentro de competición oficial y 2º) cuando reemplace a un lesionado de larga de duración (cuatro meses de inactividad o recuperación) y el cambio no requiera el tránsfer; es decir, habría que recurrir al mercado interno. Ni que decir tiene, son dos situaciones tan excepcionales que tienen una incidencia muy limitada en la configuración final de las plantillas. No recordamos un caso similar en la Liga EBA.

Lo que ya no se puede

El repertorio de posibilidades se cierra con las vinculaciones. La FEB permite que los equipos se refuercen con hasta cuatro jugadores SUB-22 de un club de inferior categoría (como hizo el CD Estela con el CB Solares el curso pasado) y con hasta cinco juniors de un club de (ojo al matiz) superior categoría. La lista de vinculados es cerrada (no se permiten los cambios a lo largo del año) y se delimita antes del arranque de la competición. Obviamente, a las alturas de la película en la que nos encontramos, este recurso está total y absolutamente descartado; pero el resto sigue en el aire. Fotografía | CD Estela


MARIO TAMAYO CASTAÑEDA | www.algosemueve.org