29 de febrero de 2016

La horma de su zapato

Apuntes del Pas Piélagos 67-74 Megacalzado Ardoi

Cae la mundial:  Un reconocimiento público merecen los cientos de aficionados que se han congregado este fin de semana en el Fernando Expósito en pleno simulacro del diluvio universal. Chaparrón en los exteriores del pabellón y también en los interiores, con un Pas Piélagos totalmente desatado desde la línea de 6'75: seis conversiones de cuatro jugadores distintos en el periodo inicial. La diferencia se disparó por encima del basket-average (80-68), así que los jugadores del Megacalzado Ardoi sacaron sus paraguas y capearon como buenamente pudieron el temporal. No era una situación inédita para ellos: en la pista del Igualatorio Cantabria se sobrepusieron a un comienzo similar.

Diésel vs gasolina:  De los 0 a 100 en dos segundos del deportivo del Pas Piélagos a los 15 minutos del familiar del Megacalzado Ardoi. Ese fue, más o menos, el tiempo que tardó en abortar el ritmo vertiginoso de su rival. La alteración en el tempo de partido no se reflejó en el marcador antes del descanso (42-32), pero sí en los minutos posteriores (44-45). Fue entonces cuando hizo acto de aparición el estado de nerviosismo entre los jugadores y los aficionados locales. La eficiente labor de Álex Calvo (con el materno Torres en la camiseta) acabó por desquiciar a David García Peña. Solo dos triples consecutivos en dos acciones aisladas permitieron al Pas Piélagos recuperar la ventaja (55-50).


Lo que no les mata...  En zona se colocó el equipo de José Ignacio Álvaro para afrontar los momentos más calientes del encuentro. El Megacalzado Ardoi se enzarzó en un carrusel de tiros de tres tan estéril para sus intereses como provechoso para la cuenta reboteadora de Pape Abdoulaye. Con el paso de los minutos, los navarros mejoraron el movimiento del balón (sin fortuna) y finalmente encontraron la fuga de agua de la disposición defensiva. Aitor Alonso escogió al defensor más débil para Pope Urtasun (25 puntos) y le situó en el espacio asignado a David García Peña. La zona se convirtió de facto en un recurrente uno contra uno del que salió victorioso el mayor de la saga.

Como pollo sin cabeza:  En los minutos finales, el estado de nerviosismo del Pas Piélagos mutó en estado de pánico. Todo el oficio que mostraron los pielaguistas en el Palacio de Deportes se esfumó en la tarde dominical. Sus ataques murieron, uno tras otro, en penetraciones suicidas y lanzamientos tan lejanos como desesperados, con buena parte de la posesión por delante. Enfrente, los navarros exhibieron sus virtudes ya conocidas: la experiencia y el conocimiento del juego. Victoria merecida con Anton Savitski muy lejos de sus mejores prestaciones (8+10), no en vano retornaba a las canchas tras una efímera lesión. Primer error del conjunto pasista, pero muy gordo. Fotografía | David Cuesta para el Pas Piélagos


MARIO TAMAYO CASTAÑEDA | www.algosemueve.org