26 de abril de 2016

Purple rain

Apuntes del La Gallofa Cantbasket 79-61 EM Piélagos

No dejes para mañana...  Las finales de este domingo han dejado constancia de la trascendencia que tiene el arranque en un duelo de estas características. Lo constató la EMB Selaya ante el CD Calasanz (23-7) y lo confirmó la AD Cantbasket ante la EM Piélagos (21-8). Jason Sánchez encabezó la resistencia en los minutos iniciales (8 puntos) hasta que Álvaro Palazuelos tomó el mando de las operaciones. Fueron los tiradores pasistas los que equilibraron la contienda gracias a su acierto exterior y sus frecuentes visitas a la línea de cuatro metros (26-26). Esta fue su mayor aproximación: en los 40 minutos de juego no consiguieron ni una sola ventaja sobre sus adversarios.

Un armario interminable:  En una demostración de banquillo, ocho jugadores de La Gallofa Cantbasket anotaron en la primera mitad. Uno de ellos fue Jaime Azofra (14 puntos al descanso), que expuso su condición de jugador de Liga EBA y exhibió las extremidades más largas de la categoría. En el duelo estelar de la tarde, Dani García lo emparejó con su mejor hombre, Álvaro Palazuelos; su hermano Sergio, sin embargo, optó por encomendarle la labor a Javi Bustillo. El número 15 se cargó pronto de faltas personales (3 en apenas 20 minutos), pero no proporcionó ni un solo respiro a la perla de la cantera renediense. La suya fue una labor tan oscura como necesaria y clave en la resolución del partido.


Necesita un descanso:  A falta de tres minutos para el final del tercer cuarto, Dani le sienta con la firme de intención de que llegue al asalto final en las mejores condiciones; sin embargo, la lista de sustitutos en uno y otro bando no presenta las mismas garantías. Uno de los grandes triunfadores de la última final cadete, Arturo Robertson, con los poderes que le confiere el apellido en lo baloncestístico y lo musical, aparece en escena, toma la batuta y alecciona a la orquesta con maestría. Del 52-45, con cierta expectativa de remontada en los aficionados pasistas, al 66-49, que teñía definitivamente de morado el marcador del Vicente Trueba. La tercera estaba más cerca que nunca.

Conocen la pista:  En esa misma cancha le arrebataron a su entrenador el título cadete en 2014. Y sobre ese mismo parquet César Saiz-Bustamante (13 puntos) y Joel San Martín (otros 13) sellaron el triunfo con sendos triples en los dos últimos minutos (79-61). Fue el colofón a una tarde en la que brillaron las individualidades (3+1, coast to coast, asistencias o canastas a aro pasado) y se vislumbraron a las estrellas del mañana; una final en la que no perdonaron los favoritos y que pelearon los pielaguistas (quién lo hubiera dicho allá por el mes de octubre). Podemos estar más o menos tranquilos, porque el futuro parece asegurado. Fotografía | Pablo Lanza para la AD Cantbasket


MARIO TAMAYO CASTAÑEDA | www.algosemueve.org