Les tiembla el pulso: Los dos contendientes sufrieron en sus carnes el peso de la responsabilidad. Llegaban a la fase final como dos de las escuadras más anotadoras del Grupo A (con 77'3 y 81'2 puntos por encuentro) y ninguna de las dos sobrepasó la barrera de los sesenta al final de los 40 minutos de juego. Los capitalinos se vieron privados de sus dos armas más mortíferas: el contraataque (no se adueñó del tempo de partido en ningún momento) y el acierto desde la línea de 6'75 (4 de 25). Jaime García anotó el primero del equipo al filo del descanso, mientras que el resto de compañeros solo sumó uno. Fue una jornada aciaga para Sandro Gacic en la distancia (0 de 9), muy lejos de los números históricos que protagonizó en la misma instalación frente al Easo Loquillo (8 de 12).
El bueno es otro: Los leoneses se presentaron en La Albericia con el MVP del Grupo A, Ted Hinnenkamp (18'4+10'4). Se lo comió con patatas, ketchup y alioli Lleon Tillman, que cuajó una de las actuaciones más sobresalientes de todo el fin de semana con 23 puntos, 14 rebotes y un mate en carrera que provocó el oooh de los aficionados. El estadounidense fue el culpable de que los visitantes no demarraran de inicio (5-13) en plena efervescencia de Matt Willson, que aprovechaba su contundencia en lo físico para percutir y crearse los espacios necesarios en el poste bajo, por mucho que fuese rodeado de contrincantes. La segunda amenaza de escapada (23-29) fue sofocada por Jaime García, que calentaba motores de cara a la inminente y determinante vuelta de vestuarios (30-31).
Tomaba otro cariz: O eso pensaban los aficionados de La Gallofa Cantbasket cuando presenciaron los minutos de mayor acierto de los santanderinos. Sin embargo, su reacción en lo ofensivo se vio acompañada de cierta pérdida de fiabilidad en la retaguardia. Los dos conjuntos intercambiaron canastas a uno y otro lado de la pista, hasta que los morados, mucho más cómodos con la coyuntura, adquirieron su máxima diferencia en el electrónico (51-46). Toda la renta se vino abajo en apenas un par de minutos, con un fatídico parcial de 0-9 que afloró la tensión y los nervios propios de un cara o cruz en una cita de gran trascendencia (51-55). Lleon Tillman anotó ¡los dos tiros libres! que les devolvieron la ventaja (56-55), pero Adrián Roales replicó con un triple helador (56-58).
Al rescate: Con 14 segundos por delante y toda la presión sobre sus hombros, fue el bosnio Sandro Gacic el que se sacó de la manga una suspensión salvadora (58-58). Los santanderinos esquivaron la derrota en la primera embestida, pero ya no pudieron hacer lo propio en la segunda. En la prórroga, un jugador de la casa como Adrián Roales (8'4 tantos en 19 minutos), convertido en la estrella del fin de semana, cercenaba definitivamente el sueño de los pupilos de Benji Santos con dos oportunas conversiones desde el perímetro (60-63 y 66-70). Fue el epílogo de una La Gallofa Cantbasket que, en esta ocasión, no contó con la colaboración de sus hombres de banquillo (9 entre todos). Fin a una temporada de crecimiento con un regusto amargo. Fotografía | Pablo Lanza para la AD Cantbasket
MARIO TAMAYO CASTAÑEDA | www.algosemueve.org
