4 de febrero de 2011

Los pasos en tres pasos

Si hay una norma que afecta a la técnica individual de los jugadores, ésa son los pasos. Por este motivo, resulta fundamental concienciar tanto a los técnicos como a los jugadores de nuestra comunidad (y sobre todo, a aquellos que figuran en las categorías inferiores) de la importancia que entraña el conocimiento de la norma: para los primeros, los entrenadores, porque no es posible (ni seguramente recomendable) impartir docencia sobre las salidas o los reversos (por ejemplo) al margen del reglamento; y para los segundos, los jugadores, porque hay un universo de recursos técnicos que ignoran por desconocimiento de la norma.

En primer lugar, tenemos que reconocer que la regla no es fácil, ni mucho menos. De hecho, son varios los círculos de opinión que abogan por una simplificación de la norma, al más puro estilo NBA. En este sentido, tampoco ayuda la desastrosa redacción y traducción realizadas por las autoridades europeas y españolas. Si acude al reglamento, se molesta en leerlo y se empeña en enterderlo sin demasiado éxito, no se preocupe, ni dude de su capacidad intelectual, porque el problema no es suyo.

Para saber si un jugador comete avance ilegal (así lo denomina el reglamento) es necesario aplicar tres pasos: el primero de ellos, determinar el pie de pivote; el segundo, aplicar la norma; y el tercero, interpretar la ventaja. Además, en todo este proceso interviene un cuarto elemento (alguno pensará que nunca mejor dicho), denominado árbitro (aplíquese la siguiente doctrina: lo que no ve, no existe). Si se ignora o se desconoce cualquiera de las tres etapas señaladas será imposible determinar la comisión de pasos.

1. Determinar el pie de pivote

El pie de pivote se establece cuando un jugador atrapa o reposa el balón en sus manos, ya sea después de agotar el bote o de haberlo recibido en cualquier otra circunstancia (un pase, un rebote, una recuperación, todo lo que se le pueda ocurrir). Si el jugador controla el balón...

  • ...con los dos pies en el suelo, el pie de pivote es el que no levante primero,
  • ...con un pie en el suelo, el pie de pivote es precisamente ése,
  • ...con los dos pies en el aire, si apoya los dos pies volvemos al primer punto y si apoya uno solo retornamos al segundo punto.

En este último caso conviene detallar una excepción, inhabitual en el baloncesto actual, pero no por ello menos importante: si el atacante obtiene el control de un balón con los dos pies en el aire, se apoya en uno de ellos (1) y posteriormente salta y se apoya en ambos (2), pierde la capacidad para establecer cualquier pie de pivote (o lo que es lo mismo, no puede pivotar).

2. Aplicar la norma:

Una vez establecido el pie de pivote, el siguiente paso consiste en explicar las limitaciones que existen a su uso. Llegados a este punto, es fundamental remarcar que no se aplica la misma norma a las salidas (más restrictiva) que a los pases y lanzamientos a canasta (más permisiva). Es decir, que una misma acción puede ser castigada con pasos (o no) en función de que el jugador bote el balón o se lo pase a un compañero (o al contrario, o al hueco).

  • En las salidas: el jugador comete pasos si levanta el pie de pivote antes de que el balón abandone sus manos (no de que la pelota toque el suelo). Para evitar este tipo de infracciones en contraataques, es recomendable a) que los jugadores no agarren la pelota cuando la reciben o b) si lo hacen, que realicen el clásico brinco capril que evite poner cualquier pie en contacto con el firme.

  • En los pases y tiros: si el jugador tiene los pies apoyados sobre el suelo, puede levantar el pie de pivote para pasar o tirar, siempre que suelte la pelota antes de que los pies toquen la superficie de nuevo (maestro Bodiroga); y si el jugador coge la pelota en movimiento (clásica entrada), tiene derecho a dos apoyos, no a dos pasos; con dos pasos, se pueden cometer pasos, por ejemplo, cuando un jugador coge la pelota justo con un pie en el suelo (ahí perdería su primer apoyo)

Pero ¿qué pasa cuando un jugador carece de pie de pivote? En este caso, la norma es exactamente la misma para pasar o lanzar a canasta (puede levantar uno o ambos pies); ahora bien, si su propósito es botar la pelota, no puede levantar ningún pie antes de soltarla. Hay dos casos paradigmáticos: el poste que recibe de espaldas al aro con los dos pies en el suelo y levanta ambos simultáneamente antes de lanzar la bola al suelo (pasos) y el alero en la línea de tres que modifica al mismo tiempo la posición de sus pies, amplia el arco de las piernas y con ello gana impulso en la salida (pasos).

3. Interpretar la ventaja:

Es el aspecto más subjetivo de la norma, ya que depende en gran medida del conocimiento del juego que posean los colegiados. Básicamente consiste en que no deben castigarse aquellas acciones de pasos en las que el atacante no obtenga ninguna ventaja. Cuando se explica este punto, se replica (con cierta razón) que el infractor siempre obtiene beneficio, ya que mantiene la posesión de la pelota que no le correspondería por infringir una norma. Pero la FEB no se refiere a ese tipo de beneficios, sino a una ventaja adicional, como por ejemplo que el atacante desborde a un contrario.

Si en la final olímpica Chris Paul recibe un saque de fondo tras canasta y tiempo muerto con su primer defensor en medio campo y comete unos intrascendentes pasos de salida, la acción no debe castigarse, Sin embargo, si en ese mismo caso el jugador norteamericano desborda la presión de Ricky Rubio, los pasos tienen que señalizarse (no fue el caso). Ni que decir tiene, en situaciones de contraataque y debajo del aro se sobreentiende que esa ventaja existe siempre, de modo que no ha lugar a la interpretación.

Para acabar con este prolijo artículo (un ladrillo en toda regla), un par de puntualizaciones: no son pasos caerse, ni deslizarse por el suelo para obtener el control de un balón; por contra, constituyen una infracción al reglamento rodar (lo que se conoce popularmente como hacer la croqueta) e intentar levantarse con el balón en las manos (el mero hecho de pretenderlo); si el jugador, fruto de su habilidad, consigue elevarse botando la pelota, no comete ilegalidad ninguna: para hacer pasos es imprescindible sostener el balón.


MARIO TAMAYO CASTAÑEDA | www.algosemueve.org