16 de octubre de 2014

AD Cantbasket: desde la larga distancia

Este sábado, la AD Cantbasket se convertirá en el octavo equipo cántabro que debuta en la Liga EBA. La historia reciente dice que se trata de una tarea comprometida: en su misma situación, el Pas Piélagos tuvo que acudir al mercado invernal para salvaguardar su primera participación en la categoría; el CD Estela se quedó a las puertas de las eliminatorias de ascenso con una de las mejores plantillas de su historia; el SAB Torrelavega se precipitó a los puestos de descenso tras un ilusionante arranque de temporada (3-2); y el CD La Paz pagó la novatada con el retorno a la Primera División a pesar de su fiabilidad en el Vicente Trueba (7 de 11), todo lo contrario que en sus desplazamientos por la cornisa cantábrica (0 de 11).

A los mandos del equipo se encuentra Benji Santos, el hombre que ha dirigido los destinos de la nave morada durante las últimas cuatro temporadas. De esta manera se despide la Primera División con una espina clavada: la del título de liga. El dictatorial CD La Paz (tres veces) y la oportuna ADB Colindres (una) se interpusieron en su camino hacia el campeonato. En la mayoría de los casos, sus equipos no destacaron por un arrebatador inicio de temporada (1-6 en 2011-2012); más bien al contrario, si por algo se han caracterizado es por sus fulgurantes finales de campaña (8-0 en 2013-2014). Con dos rivales directos en la lucha por la permanencia en las dos primeras jornadas, los capitalinos están obligados a revertir esa tendencia.


Una de las dinámicas más habituales del entrenador santanderino a lo largo del último curso fue la disposición de dos unidades inicialmente diferenciadas. Mientras la primera (formada por David Gabaldón, Guille Teja o Luis Madinabeitia) preparaba el terreno, la segunda (constituida por Jaime Aguilar, Álvaro Teja o Nacho Gonzalo) ejecutaba. Parece difícil que, en una categoría tan exigente como la Liga EBA y con un plantel de jugadores mucho menos homogéneo, tenga siquiera la oportunidad de llevar a cabo esa táctica. Más bien al contrario, el transcurso de la pretemporada ha consolidado la configuración de un quinteto básico, (en principio) de plenas garantías para la categoría, con una sola duda por solventar.

En la posición de base, Jaime Aguilar le ha ganado la partida de inicio al solariego Jorge Barquín. El jugador vallisoletano partía con una incuestionable ventaja: el conocimiento del técnico y de la casa. Aguilar ha asumido con absoluta naturalidad el salto a la Liga EBA, una categoría en la que no actuaba desde la temporada 2007-2008. Con el paso de las jornadas, la lucha por el puesto debería recrudecerse, sobre todo si su competidor Jorge Barquín demuestra las cualidades exhibidas a lo largo de su trayectoria deportiva. No le resultará fácil, sin embargo, sobreponerse a la aciaga experiencia vivida en Amide Camargo, equipo que desplegaba un estilo de juego totalmente opuesto y contraproducente a sus características.

Su fuerza principal

Por fuera, el conjunto morado acude a su cita con la Liga EBA perfectamente servido. La presencia de un clásico de la categoría como Miguel Ángel Blanco (determinante en los momentos más calientes del partido) y de un súperclase como Pablo Sánchez (sobrado para la categoría) configura uno de los perímetros más temibles de la competición. Coincidirán en cancha durante la mayor parte del tiempo de partido y (previsiblemente) alternarán sus minutos de descanso. A ellos o a la acumulación de faltas personales (no suele ser un problema en el primero de los citados) deberán aguardar Pablo Obregón y Pablo Torralbo, dos jóvenes que contarán con su segunda oportunidad tras experiencias no muy positivas.

Por dentro, el norteamericano Quinton McDuffie precisará de una prórroga en el tiempo de adaptación a la categoría. Defensivamente, sus escasos 1'94 le obligarán a emparejarse con jugadores de mayor envergadura y, ofensivamente, manifestará una alergia a la pintura que compensará con la especialidad de la casa, su clásico lanzamiento lateral de tres-cuatro metros. En este aspecto, será interesante su utilización en los bloqueos directos, donde se abrirá para buscar su efectivo tiro a canasta (el pick and pop). Su participación en pista requerirá de la presencia de un cinco alto, con el fin de contrarrestar su escasez de centímetros. El favorito para asumir esa función parece el lesionado Adrián Arnaiz.


Hasta que culmine su proceso recuperatorio, el encargado de asumir la posición de center corresponderá a un jugador de la cantera, Jesús Cotera, quien tratará de resarcirse de los escasos minutos de los que dispuso la última temporada en Renedo. Completarán la rotación interior dos hombres pequeños, con una destacada participación en la Primera División (cada uno en su comunidad) y de características distintas: el cántabro Nico Díaz, con su mareante juego de pies, y el palentino Francis Alonso (único jugador de los indicados sin licencia en la Liga EBA), que tratará de aprovechar su marcada musculatura. La plantilla la redondean dos promesas de la entidad, el base Andrés Pariente y el alero Fernando Madinabeitia.

En cuanto al estilo de juego, los conjuntos de Benji Santos destacan por su aplicación en las labores defensivas, explorando las proximidades de la infracción. No le importará que sus hombres se carguen de faltas personales si con ello consigue sus objetivos en la retaguardia. En ataque, la AD Cantbasket aprovechará su acreditada nómina de francotiradores para romper a sus adversarios desde la media y la larga distancia, así que su salud clasificatoria dependerá en gran medida de sus porcentajes de lanzamiento; veremos si sus jugadores interiores son capaces de aprovechar los espacios. Los aclarados para el santanderino Pablo Sánchez formarán parte de su batería de recursos en los finales de posesión. Fotografías | AD Cantbasket


MARIO TAMAYO CASTAÑEDA | www.algosemueve.org