20 de mayo de 2017

El sueño continúa

Apuntes del Igualatorio Cantabria 77-73 Valencia BC B

Unas bestias:  Seguro que a lo largo de los siete meses de competición, el Igualatorio Cantabria no se había enfrentado a un conjunto tan potente en lo físico como el taronja. Quizás ese ha sido el motivo por el que los santanderinos no han acabado de sentirse muy cómodos sobre la cancha o por el ritmo vertiginoso que han impuesto los valencianos. Con acciones de uno contra uno, finalizadas con tiros desde la media y la larga distancia, al más puro estilo americano, han desarbolado a una de las defensas más acreditadas de la Liga EBA. Los locales han entrado en el cuerpo a cuerpo con un acertado Andrés Pariente (8 puntos en 7 minutos) y varias acciones al contraataque; pero no nos engañemos, el intercambio de canastas no figura en el libro de estilo de Rafa Pueyo (38-38).


Peligrooooo:  A la vuelta de vestuarios, y en plena racha de acierto de cara al aro contrario, los pupilos de Rubén Burgos han adquirido su máxima diferencia (40-49). En uno de los escenarios más adversos y con la presión que soporta el anfitrión, el Igualatorio Cantabria ha sacado a relucir una madurez digna de elogio. El técnico bilbaíno, en un alarde de confianza, ha aguantado el tiempo muerto y sus hombres le han correspondido con un parcial de 10-2 (50-50). El que no ha tenido la misma paciencia ha sido su homólogo, que veía cómo Tomas Hampl emergía para provocarle un roto en el interior de la pintura. Las correcciones del ex-jugador del Cantabria Baloncesto han desembocado en un final de taquicardia, con una interminable sucesión de empates y desempates (62-62).

Dos nombres:  La rotura de fibras no ha mermado la explosividad de Jon Peña. El vizcaíno, que ha sumado 30 minutos de juego en su primera aparición tras la lesión, se ha destapado en la recta final del encuentro con cinco puntos consecutivos (67-62). El relevo lo ha tomado su compañero Pablo Sánchez, magistral, con ocho cuando la bola quemaba. Su última canasta (la del 76-70) ha sido circense, con la bocina de la posesión sobre la cocorota. Los rojillos, que no han dejado escapar ni un solo rebote de su tablero en el momento de la verdad, acababan de esa manera con la resistencia numantina de los valencianos, y lo hacían después de 15 empates y 11 cambios de ventaja en los 40 minutos de juego. Esto es una fase de ascenso. Fotografía | Sergio Cocho para el CD Estela


MARIO TAMAYO CASTAÑEDA | www.algosemueve.org