Increíble, pero cierto: ¿Se puede ganar un partido de Liga EBA anotando 59 puntos en los cuarenta minutos de juego, acumulando un 33% en tiros de campo, concediendo 42 rebotes (15 de ellos de ataque) y sumando 27 pérdidas de balón? Desde este domingo, la respuesta es sí, se puede; aunque para ello resulta imprescindible que los adversarios se sitúen a la misma altura numérica (32 por ciento en tiros de campo, 40 capturas concedidas, 13 de ataque, y 22 pérdidas de balón). He aquí la quimérica combinación que le ha permitido a Merkamueble salir vivo del partido perpetrado por ambos en el Vicente Trueba.
Ramillete de atenuantes: Desde luego, al conjunto mueblero no le han ayudado los problemas físicos que sufre buena parte de sus jugadores: sin Dani Galán (cuya ausencia obliga a mantener siempre en cancha a Luis Alberto Riancho o Raúl Respuela) y con una buena parte del perímetro tocado, los torrelaveguenses han sostenido márgenes muy estrechos. Los nervios, provocados por la trascendencia del choque, y el juego raspante del Miguel Robleda (una fotocopia de lo sucedido en Renedo) hicieron el resto. No era el mejor día para lucirse; no seríamos justos si dijésemos lo contrario.
Y sin embargo...: el panorama no puede ser más alentador para la familia amarilla. Transcurrido el primer tercio de competición, los torrelaveguenses pueden sentirse más que satisfechos con el balance acumulado (3-4) en su temporada de debut en la categoría. Por el momento, son sextos de la tabla clasificatoria y se mantienen fuertes en casa, una premisa fundamental en la lucha por la permanencia. Eso sí, deberán mejorar mucho sus prestaciones de cara a la recta final de la primera vuelta, en la que les aguarda un calendario de extrema dificultad: segundo, tercero y cuarto. Fotografía | Luis Palomeque
MARIO TAMAYO CASTAÑEDA | www.algosemueve.org
