23 de julio de 2012

Aprovechando que el Pisuerga...

No hay follón que no tenga precedente en la convulsa historia del Cantabria Baloncesto. En octubre de 2000, la Liga ACB decidió excluir de su Asamblea al club cántabro y arrebatarle su derecho a percibir los 200 millones de pesetas en caso de descenso. El propietario del club (a la vez que su enterrador), el ínclito Ciriaco Díaz Porras, acudió a los tribunales para impugnar la Asamblea y recuperar el fondo a toda costa. Fueron tiempos inolvidables para los curtidos aficionados torrelaveguenses, que en apenas unos meses pasaron de la desaparición a ver cómo se construía un equipo a escasos días del comienzo de la liga. Hubo de todo, desde frases célebres como las pretemporadas son un invento de los entrenadores (sic) hasta insinuaciones para perder los partidos y provocar el descenso del equipo:



Imagen | Iván Peláez Herreros | Gigantes