4 de octubre de 2012

A Primera vista

Este fin de semana comienza la undécima edición de la Primera División en su formato autonómico. Nos encontramos ante una competición agonizante, que languidece entre la esperpéntica renuncia del actual campeón y el goteo constante de renuncias de ascendidos y participantes, contando en su telón de fondo con siete equipos supervivientes, que bregan inquebrantables ante un futuro competitivo incierto, denostado por una crisis económica que está devastando el panorama baloncestístico regional. Fotografía | AD Cantbasket

Trío de favoritos

En primera instancia emergen poderosamente dos equipos, Amide Camargo y la AD Cantbasket. El club presidido por Miguel Ángel Valle ha dado un importante paso adelante, construyendo una plantilla con infinitas posibilidades. La merma sufrida por la pérdida de Miguel Ángel Blanco (tras una serie de desdichas encadenadas) otorgará mayor protagonismo a la dupla ex-pielaguesista formada por Iván Alonso y Fermín Sainz, así como al refuerzo estelar Juanma Fernández. A todos ellos se les sumarán Juan Carlos Pérez (quinteto de jugones 2011-2012), Ricardo Herrero, Larry Barrero… más madera para Fortu.

Sus vecinos santanderinos han emprendido la operación retorno (con Pablo Torralbo, Guillermo Teja, Adrián Saro y Nacho Burgos) para formar una escuadra poderosa, con la mejor rotación exterior de su historia. Bajo las órdenes del Benji Santos, están obligados a pugnar por un trofeo del que carecen en sus majestuosas vitrinas. Las señas de identidad del juego veloz y creativo completan un puzzle difícilmente mejorable. Habrá que prestar especial atención a las apariciones de las jóvenes promesas que encabezarán el próximo draft, entre ellas Andrés Pariente. Éste puede ser el año morado.


El tercero en discordia es el sempiterno campeón, el CD La Paz. En el periodo estival anunciaron la imposibilidad de continuar en la Liga EBA por los trámites financieros, a pesar de exprimir hasta el final dicha posibilidad. El regreso a las pistas de la guardia pretoriana mueblera y los refuerzos en forma de caras muy conocidas como Pablo Martínez, Chuchi Samperio (SAB Torrelavega) y Aitor Fernández (inactividad) mortificarán a unos rivales que han padecido el dominio de los torrelaveguenses más allá del último lustro. Favorito número uno para reverdecer viejos laureles.

Trío de aspirantes

En tierras pielaguesas la duda se centra en la capacidad de adaptación de Pope Béjar a la filosofía del club renedano, que se ha caracterizado por la potenciación de nuevos talentos para su conjunto de Liga EBA. La generación de juniors de oro, capitaneada por Rodrigo de Vega, Iván Saiz y Óscar Ruiz, convivirá con las nuevas incorporaciones llegadas de la mano del ex-entrenador del SAB Torrelavega, Manu Díaz y Álvaro Fernández (Basu). Por nombres, deberían estar entre los cuatro primeros, pero (como todos) solo el tiempo ejercerá como juez insobornable del alcance del proyecto.

Enarbolando la bandera anticrisis, la Unión Cántabra ha decidido emprender el salto de categoría cuando el resto del mundillo baloncestístico tiembla al nombrar tal osadía. Con la incuestionable figura de Alberto Navarro al frente, su presidente-entrenador, han asumido con franqueza este excepcional reto con una planificación completa y plausible. El descaro de su fichaje estrella, Adrián Villa, la juventud de su jugador franquicia, Nico Díaz, y la consistencia de un bloque sin aristas son los ingredientes de este interesante cóctel que luchará por estar en la fase por el campeón.

Por su parte, el SAB Torrelavega ha desmantelado tanto su equipo de Liga EBA como de Primera División (actual campeón de copa y subcampeón de liga), dando un giro de 180 grados en su rumbo. Aterrizan en la capital del Besaya Luis López, Mario Lantaron y Víctor Pontanilla marcando tendencia, juventud y talento. La escasez de centímetros en la zona y la ausencia de referentes claros, como Alberto de la Guerra, Javier Iturregui o Chuchi Samperio, les obligarán inexorablemente a disputar cada balón al 120 por ciento. Su gran baza se encuentra en el banquillo, el técnico Amador Díaz.

La gran incógnita

El CB Solares anunció a primeros de septiembre que disputará la Primera División prácticamente con su equipo junior, con la ilusión como arma. La ausencia de partidos oficiales en pretemporada, el potencial de un conjunto juvenil claramente inferior a otras generaciones punteras de nuestra región y las bajas de jugadores del peso de Adrián Villa (Unión Cántabra) o Kenay Núñez (Pas Piélagos) colorean un panorama que, a priori, parece desfavorable para sujetarse sobre las espaldas de sus imberbes adolescentes. Fifi Gómez y Alesio Marcano serán el contrapunto en las cercanías del aro.


JOSÉ ÁNGEL DURÁN AGUIRRE | www.algosemueve.org