26 de noviembre de 2012

Pascientes en la UVI

Apuntes del Pas Piélagos 61-81 UPV de Álava

Superioridad universitaria:  Inmersos en uno de los peores encuentros de la era Panta al frente del banquillo renedano, y aderezado por un arbitraje infame para esta categoría que desconcertó a propios y extraños (o simplemente asturiano), el filial alavés demostró con un juego desenlazado y disperso lo fácil que es anotar con fluidez ante la fragilidad defensiva pielaguista. A pesar de marcar un ridículo 50% desde la línea de tiros libres (8/16) y un triste 29% en lanzamientos de tres puntos (5/17), la circulación de balón ante la pasividad local le generaba situaciones francas de cara al aro. Las estadísticas de valoración casi nunca muestran con tanta claridad lo visto en el campo: el UPV se impuso por 50-89.

El paciente tiene mal color:  La gravedad de la sintomatología es evidente. Con los casi 90 puntos recibidos por encuentro, el cometido de la victoria es una misión imposible. El lastre defensivo se plasma en la falta de intimidación en la pintura o en la nula intensidad del perímetro; con todos estos ingredientes, las variantes zonales son tiritas inútiles para frenar una descarnadora hemorragia. En ataque la cosa tampoco mejora, el equipo no corre con acierto, apenas muestra soluciones en estático (limitándose sus opciones vitales de efectividad al pick and roll) y existe una necesidad imperiosa de ganar agresividad en la búsqueda del aro (los pasistas lanzaron apenas seis tiros libres en todo el partido).


El futuro:  En momentos de crisis es difícil hablar de refuerzos pero es evidente que, con la actual configuración de la plantilla, el conjunto pielaguista tiene un gran handicap. El estado físico de Jorge León no le permite rendir a su máximo nivel sin descanso y jugadores como David García Peña o Tato Neila terminan minados en su rendimiento por la acumulación de minutos. Vimos a Álvaro Fernández (Bassu) vestido de corto: quizás el filial deba aportar un plus añadido. Citando al escritor romántico francés Victor Hugo, el futuro tiene muchos nombres: para los débiles es lo inalcanzable; para los temerosos, lo desconocido; para los valientes es la oportunidad. Entre estos últimos se encuentra Ángel Abascal. Fotografía | David Cuesta para el Pas Piélagos


JOSÉ ÁNGEL DURÁN AGUIRRE | www.algosemueve.org