La primera conclusión que extraemos es que los dos jugadores que resultan más determinantes en la suerte de un partido son Tato Neila y Miguel Ángel Blanco. El jugador cántabro eleva 8'0 puntos su anotación en los triunfos, mientras que el vizcaíno lo hace en 6'5. La aportación de David García Peña (+1'5) y Jorge León (-0'5) no sufre variaciones muy significativas (como la mayoría de la plantilla), en tanto que Jorge Barquín y Dani Gómez se encuentran en el extremo opuesto: el solariego anota 5'3 puntos menos en los triunfos y el de Valles 4'3 menos. Así pues, cuanto más crece el rendimiento ofensivo de los hombres más experimentados de la plantilla, más se aproxima el conjunto pielaguista al escenario estadístico de la victoria.
Los datos de valoración confirman que tanto Tato Neila como Miguel Ángel Blanco son los auténticos termómetros del equipo. El primero sube 9'3 enteros sus registros en cada una de las victorias (hasta alcanzar los 23'0) y el segundo 11'8 (hasta los 22'5). También rinde por encima de sus números David García Peña (+5'6 hasta 16'0), mientras que Jorge León mantiene una regularidad a prueba de bomba (18 de valoración en triunfos y derrotas). Con este panorama, da la impresión de que solo una eventual explosión de Peña permitiría rebajar la responsabilidad estadística que, a juzgar por todos estos datos, soportan los dos hombres más veteranos del plantel; eso o que los jugadores de la segunda unidad eleven las prestaciones que han ofrecido hasta el momento.
En el apartado de los minutos, hay un dato especialmente interesante: efectivamente, el rendimiento de Jorge León es parecido en las derrotas y en las victorias, pero en estas últimas alcanza los mismos guarismos con siete minutos menos (26). Esto nos conduce a pensar que la administración de los descansos mejora la productividad del suancino (igual que, padres de Cantabria, y aunque no lo creáis, las pausas reactivan el estudio). En el lado contrario, Kenay Núñez (+6 minutos), Miguel Ángel Blanco (+4 hasta 33) y Tato Neila (+3 hasta 35) suben su cuota de participación en los partidos ganados por la escuadra pielaguista y, en el caso de los dos últimos, con un evidente repunte en sus números. Al menos así ha sucedido en las ocho primeras jornadas de liga.
En cuanto a los datos colectivos, el Pas Piélagos pasa de los 82 puntos anotados y 66 puntos recibidos en las victorias (+16) a los 73 anotados y 87 recibidos en las derrotas (-14). Parece claro, por lo tanto, que la defensa es uno de los apartados estadísticos que mejor explican la situación del equipo pielaguista. Los dos capítulos que más llaman la atención son el rebote defensivo (10 capturas más en las victorias que en las derrotas) y el porcentaje desde la línea de 6'75 (un 8% más en los triunfos). En el resto, las diferencias se podrían considerar normales, con dos excepciones: los azules atrapan muchos menos rebotes ofensivos en sus victorias que en sus derrotas (-1'5) y además se desenvuelven con más desacierto desde el tiro libre (-9%). A pesar de ello, son los mejores de la liga con un 75%.
MARIO TAMAYO CASTAÑEDA | www.algosemueve.org
