25 de febrero de 2013

Ya mandan

Apuntes del Pas Piélagos 78-71 Universidad de Valladolid

Evolución sostenida:  Qué lejos quedan aquellos momentos en los albores de la temporada en los que la escuadra pielaguista saltaba a la cancha semiderrotada, se desmoronaba ante la primera adversidad y claudicaba con una facilidad pasmosa. Esos tiempos han pasado a la historia: este domingo, el Pas Piélagos ha arrancado de manera arrolladora (29-15), ha mantenido el control desde el primer hasta el último minuto de juego y ha respondido con eficiencia a todos los envites de su rival, y especialmente a la zona 1-3-1 que ha paralizado su producción ofensiva mediado el tercer periodo. En esos instantes de incertidumbre en los que voló toda la ventaja, un par de providenciales acciones de Miguel Ángel Blanco disiparon todo atisbo de duda. Y por si quedaba alguna, magistral ejecución de la tabla del once de Tato Neila: 11 rebotes, 22 puntos y 33 de valoración (segundo de la jornada). Pitágoras no miente, ya lo decía uno de nuestros cronistas.

El mundo es de los valientes:  Los 22 jugadores disponibles en uno y otro bando hicieron acto de aparición sobre la pista; y no fueron 23 porque el talentoso Sergio de la Fuente (18'6 puntos por jornada) no estaba disponible para la disputa del encuentro. No fue la única ausencia significativa del cuadro pucelano, que tampoco contó con Axel Castillo (no lo hace desde hace unos meses) ni con Nacho García. A la interminable rotación, nada inhabitual del técnico visitante, respondió el entrenador local con un paradigmático reparto de los minutos, una forma muy recomendable de sobrevivir al elevado ritmo de juego que suelen imponer los universitarios. Uno de los hombres menos habituales, Pablo Obregón, se encargó durante seis minutos (y con notable acierto) de la defensa de Jota Lobato, mientras que el vallisoletano hizo lo propio con David García Peña. Pequeño sobre grande y grande sobre pequeño, dos soluciones para abordar un mismo problema.


Un emplazamiento acogedor:  De satisfactorio tenemos que calificar el traslado al pabellón de Parbayón, una instalación cercana a la titular, con una aforo suficiente, un aparcamiento amplio y ciertamente cómodo desde el punto de vista del espectador. Eso sí, con un defecto imperdonable: la situación del marcador, a espaldas de los entrenadores y los anotadores y solapado por un pasillo a modo de balcón. Lo más sorprendente del asunto es que alguien decidiera en algún momento desplazarlo de su sitio originario, que no era otro que uno de los fondos (al alcance de todos los implicados). Sea como fuere, el caso es que el Pas Piélagos sigue su progresión, ha ganado cuatro de sus últimos cinco encuentros como anfitrión y ha recuperado plenamente su tono competitivo. Ahora su siguiente reto es romper la mala racha a domicilio; si lo consigue la semana que viene en Mendizorrotza, dará el paso al frente definitivo. Fotografía | David Cuesta para el Pas Piélagos


MARIO TAMAYO CASTAÑEDA | www.algosemueve.org