Que siga la escalada: El Pas Piélagos ha sobrepasado el momento más duro de la temporada. Han pasado a mejor vida los meses iniciales, en los que el basticafo renedano achicaba el agua para evitar el hundimiento; también las semanas posteriores, en las que el crucero pielaguista navegaba sobre las aguas, pero era víctima de las corrientes. Ahora el hidroavión pasista despega del líquido elemento con el fin de sobrevolar con tranquilidad la parte final del calendario. Para ello, resulta fundamental recuperar el sabor de la victoria a domicilio, sin ir más lejos este domingo en la capital administrativa de Euskadi. Allí les aguarda el UPV de Álava, con una plantilla plagada de jugadores becados del Baskonia (juniors de primer año incluso) y en plena racha (cuatro triunfos seguidos). No encontrarán las mismas facilidades que en el choque de la primera vuelta, cuando los vitorianos ganaban sin despeinarse en el Expósito (61-81). La mejor defensa (65,1 para los locales) y el mejor ataque de la liga (75,3 para los visitantes), frente a frente. Fotografía | Zornotza Saskibaloi
MARIO TAMAYO CASTAÑEDA | www.algosemueve.org