2 de junio de 2013

Un reino de taifas

El sábado 8 de junio tendrá lugar en Madrid la Asamblea de la Federación Española de Baloncesto. En ella se aprobarán el calendario deportivo y las bases de competición de la temporada 2013-2014. Y eso es todo lo que sabemos a ciencia cierta, porque la Española parece empeñada en secuestrar toda la información referente a esta cita tras un usuario y una contraseña. Sólo los ciento y pico asambleístas de la FEB conocen los detalles del material que se está cociendo entre bambalinas, en un ejercicio de transparencia más propio de la Casa Real española o de la Curia Vaticana.

Entre los secretos de Estado tan trascendentes para la seguridad nacional que abordará la Asamblea se encuentra la estructura que adoptarán esta temporada (ya veremos la siguiente) las competiciones federativas. Parece que la FEB no se ha desmoralizado en su intención de sacar adelante (según El Diario de Burgos) una LEB Oro de 18 escuadras y una LEB Plata de 14 (para los individuos con aspiraciones federativas, Adecco Oro y Adecco Plata; qué gran ironía). A tan revolucionarios planes se suma el proyecto para la modificar el status de la categoría que, particularmente, más nos interesa, la Liga EBA.

Rumore, rumore

Los rumores (que no informaciones oficiales) apuntan a que la FEB quiere quitarse de encima la organización de la cuarta categoría del baloncesto nacional (como RTVE con Águila Roja). O lo que es lo mismo, que sean las federaciones autonómicas las encargadas de comerse el marrón. Ese sería el motivo fundamental de la rebaja de los avales (8.000 euros en la Liga EBA según El Diario de Burgos), las cuotas de inscripción (cero) y las fichas federativas (la mitad). Lamentamos decepcionar a todos aquellos que confiaban en el altruismo y la filantropía de nuestra Federación Española.

A partir de ese traspaso de poderes (o de marrones, como ustedes prefieran), surgen un puñado de dudas: ¿es una buena noticia que los organizadores de la Primera División femenina se hagan con las riendas de la Liga EBA? ¿es beneficioso para una competición perder la consideración de categoría nacional? ¿quién se encargará a partir de ahora de designar a los árbitros de cada encuentro? ¿serán todos locales? ¿se subirán los resultados de manera casi instantánea a alguna plataforma? ¿qué pasará con las estadísticas? ¿una categoría más barata conllevará necesariamente una competición más rudimentaria?


En el aspecto territorial, el CD Estela ha desvelado que la FEB tiene predisposición por mantener los cinco grupos que se pactaron en la Asamblea anterior (y que las posteriores inscripciones echaron por la borda). Se habla del desdoblamiento del Grupo D (que estuvo al borde de la desaparición), pero también de los deseos del presidente de la Federacion de Madrid de desprenderse de los equipos canarios (según El Contraataque) o de las presiones del presidente de la Balear para regionalizar el resucitado grupo levantino (según Última Hora). En estas latitudes las cosas seguirán prácticamente igual.

Lo que parece evidente es que no existe consenso alguno en torno a la Liga EBA. Los intereses particulares de las federaciones autonómicas están en colisión directa con los intereses generales de la categoría. No hay un plan más allá de la supervivencia anual. Las cabezas pensantes (200.000 euros por barba según El Contraataque) han dimitido de sus responsabilidades gestoras. La Liga EBA se encamina hacia al caos, o lo que es peor, a lo que un dirigente del baloncesto regional definiría sabiamente como un reino de taifas. Fotografía | El camarote de los hermanos Marx


MARIO TAMAYO CASTAÑEDA | www.algosemueve.org