La temporada pasada la LEB Plata contó con 11 equipos. Los dos primeros (Oviedo CB e Imprenta Bahía) han ascendido a la LEB Oro; los dos siguientes (el filial del CB Málaga y el CEBA Guadalajara), así como los dos descendidos (COB Ourense y Melilla Baloncesto) van a ser invitados a una ampliación de la categoría. Entre los siete restantes figurarían (y es aquí donde viene el problema) cuatro equipos adscritos a la conferencia norte de la Liga EBA: Araberri BC, Iraurgi SB, Askatuak ST (de Euskadi) y Óbila CB (de Castilla y León).
Así las cosas, en este ejercicio de basket-ficción el Grupo A debería incorporar a cuatro escuadras más. Naturalmente, Xuventude Cambados y Zornotza Saskibaloi se quedarían sin el ascenso conquistado en la cancha. Si contásemos además con los 20 equipos repetidores y los seis ascendidos (una circunstancia que nunca se ha producido), la cifra total se elevaría a 4+2+20+6=32. Los subgrupos estarían formados por 16 participantes y la multitudinaria presencia de escuadras vascas mandaría en bloque a los castellano-leoneses a Galicia:
Grupo A-B (16): Ferrol CB (COR), Básquet Coruña B (COR), Santiago Apóstol (COR), Rosalía de Castro (COR), Santo Domingo (COR), Estudiantes Lugo (LUG), CB Chantada (LUG), Xuventude Cambados (PON), CB Marín (PON), Fundación León (LEÓ), Agustinos Eras (LEÓ), CB Zamora (ZAM), Virgen de la Concha (ZAM), CB Tormes (SAL), Universidad de Valladolid (VALL) y Óbila CB (ÁVI), excluimos al ABO Ourense que ha renunciado.
Grupo A-A (16): Basket Burgos (BUR), CD Estela (CAN), Pas Piélagos (CAN), CD La Paz (CAN), Zornotza Saskibaloi (BIZ), CB Santurtzi (BIZ), Unamuno Bilbao (BIZ), Askartza Claret (BIZ), Iraurgi SB (GIP), Askatuak ST (GIP), Aloña Mendi (GIP), Easo ST (GIP), Goierri KE (GIP, lo repescamos en lugar del renunciante ABO Ourense), Araberri BC (ARA), Campus de Álava (ARA) y Fundación Ardoi (NAV).
Las consecuencias serían más que evidentes: el aumento en el número de participantes provocaría una competición más cara y el reencuadramiento de algunos equipos generaría indeseados desplazamientos. En definitiva, la desaparición de la LEB Plata generaría toda una cascada de efectos perniciosos para los clubes de la conferencia norte. Para las restantes (con apenas una incorporación por grupo), la situación sería prácticamente invariable. Dicho lo cual, ¿tiene algún sentido en el contexto actual la categoría plateada?
MARIO TAMAYO CASTAÑEDA | www.algosemueve.org
