28 de julio de 2013

Las cuentas no salen

Han pasado tres semanas desde que la FEB publicara la lista con los 79 equipos inicialmente inscritos en la Liga EBA (26 de los cuales correspondían al Grupo A). Pues bien, transcurrido ese tiempo, las dos cifras se mantienen inalterables según la nota de prensa publicada por el departamento de comunicación. El problema es que, desde aquel 7 de julio, se han producido dos renuncias en la conferencia norte: la del Aloña Mendi y la de la AD Cantbasket. Así las cosas, para alcanzar la cifra mágica de 26 se hubieran necesitado dos incorporaciones más, bien desde la Primera División (cosa difícil, con la mayoría de los plazos cerrados) o bien desde la LEB Plata (no menos, si nos creemos el listado de 15 inscritos).

En ese baile de cifras, parece claro que hay 24 equipos cuya participación está más o menos asegurada: seis gallegos (Ferrol CB, Santiago Apóstol, Santo Domingo, Estudiantes Lugo, CB Chantada y ABO Ourense), ocho castellano-leoneses (Fundación León, Agustinos Eras, CB Zamora, Virgen de la Concha, Universidad de Valladolid, CB Valladolid B y Basket Burgos), los dos cántabros (CD Estela y Pas Piélagos), seis vascos (CB Santurtzi, Unamuno Bilbao, Askartza Claret, Easo ST, Goierri KE y Campus de Álava), un navarro (Fundación Ardoi) y un riojano (ADR Santa María). ¿De dónde salen, pues, los otros dos conjuntos hasta completar los 26 que anuncia la FEB en su último comunicado de prensa?

La Plata y la plata

Entre los posibles candidatos al retorno a la Liga EBA, según los medios de comunicación locales, se encuentran tres: el Askatuak ST no puede cumplir con los requisitos de acceso a la LEB Plata, el Araberri BC está pendiente de la aparición de un patrocinador para seguir en ella y el CB Marín no entregará el aval hasta conocer los detalles de la competición. Por otro lado, si dos de ellos estuviesen en la lista de 26, parecería prácticamente imposible que la FEB pudiera sacar adelante una LEB Plata de 14 clubes, como presume en su última nota pública. ¿Dónde está el truco entonces? ¿qué parte de la historia desconocemos? ¿acaso la FEB oculta dobles inscripciones, a la espera de que el tiempo le juegue una buena pasada?


La cuestión no es baladí, porque una competición con 26 escuadras elevaría notablemente el nivel de gastos de los participantes (en al menos uno de los dos subgrupos, si es que no son los dos). Conllevaría un mes más de competición, con sus gratificaciones económicas (si las hubiera), sus recibos arbitrales, sus viajes adicionales y sus horas de pabellón. Con 24, en lo económico los costes evidentemente no variarían demasiado y en lo deportivo la competición ganaría un sistema estable, fácilmente identificable por los aficionados. En este sentido, sería importante que las federaciones del norte renunciaran de una vez por todas a la ampliación a 28, que conllevaría consecuencias funestas.

Elucubraciones al margen, lo que parece evidente es que el sistema de inscripciones diseñado por la FEB es manifiestamente mejorable. En el proceso, la transparencia brilla por su ausencia, los plazos se estiran y se prorrogan a discreción y la última palabra queda en manos de una comisión de notables que, lejos de centrarse en una labor tan importante, anteponen sus torneos internacionales, sus expediciones con las selecciones, sus cursos de entrenador o incluso sus vacaciones. Una lástima que la Federación Cántabra (que hasta ahora seguía un procedimiento totalmente diáfano y público) haya cogido los vicios de su hermana mayor la Española. Fotografía | Pablo Romero para la FEB


MARIO TAMAYO CASTAÑEDA | www.algosemueve.org