Un error arbitral decisivo: Con el marcador de 66-65 a falta de menos de tres minutos para el final del partido, Fernando Herrero comete una falta personal sobre Unai Bereziartua en el rebote de ataque, lo que otorga dos tiros libres al conjunto santanderino. Carlos Iradier se coloca en la línea de personal (seguramente de manera no intencionada) en lugar del pívot vizcaíno, lanzando y anotando el primer tiro libre (66-66). Tras ello, la pareja arbitral advierte que el tirador no es el correcto y decide castigar a los pupilos de Dani García con una falta técnica al banquillo (dos tiros libres y posesión); incumplían de esta manera el reglamento FIBA vigente (artículo 44, error rectificable), que sanciona estas situaciones únicamente con la cancelación y la pérdida de los tiros libres lanzados por el jugador erróneo. Error técnico imperdonable que nos privaba de un futurible final de infarto y que enloqueció al cuadro visitante, que recibió un fatídico parcial de 10-0 (76-65). El resto es historia…
Una buena imagen pasista: Tras el batacazo en tierras vallisoletanas, los azulones necesitaban imperiosamente volver a sentirse competitivos en una categoría tan exigente. Un juego más sistematizado en ataque, opciones ofensivas equilibradas (juego interior-exterior) y una consistencia básica en las labores reboteadoras les proporcionaron un triunfo vital en el derbi, lo que siempre constituye un punto de inflexión en el desarrollo de la temporada. El trío Fernando Herrero (bastión bajo los aros), Juan Arnaiz (aportando un poco en todos los lados, como en botica) y David García Peña (líder indiscutible) encontró un acompañamiento coral significativo encarnado en la figura del alero torrelaveguense Dani Gómez (6 puntos y 6 rebotes), que se medía por primer vez a su anterior técnico. Esta victoria debe servir de trampolín a los renedanos tras un titubeante inicio de competición que amenazaba con ensombrecer el brillante trabajo realizado en el periodo estival.
Una montaña rusa de emociones: El conjunto santanderino es un equipo aún por hacer. El aterrizaje de Jorge León (que se autoelimió a falta de cinco minutos con el electrónico en tablas) y del base Octavio Cabrera (talentoso, descarado y risueño de cara al aro, pero un lastre en tareas defensivas) cambian la constitución de un vestuario que no entiende de prioridades en ataque, más allá del tótem incombustible de Alberto Miguel, y que necesita un periodo lógico de adaptación bajo la batuta de Dani García para poder entonar mejores composiciones. Jugaron un derbi a golpe de triple (32 intentos de tres sobre 62 tiros de campo totales), siempre a remolque de un dominador cuadro pasista, impregnados del carácter batallador de su entrenador y desquiciados en los momentos claves del envite por factores externos al juego. Borrón y cuenta nueva para encarar la próxima semana un vital enfrentamiento ante el CB Santurzti. Fotografía | David Cuesta
JOSÉ ÁNGEL DURÁN AGUIRRE | www.algosemueve.org
