No es el único equipo que acudirá con la moral por las nubes a la segunda fase. La ADB Colindres lo hará con la vitola de líder destacada de la campaña regular; y más aún después de la despampanante segunda parte con la que deleitó a sus aficionados frente a UC Mandala (85-65), sobreponiéndose a la desventaja acumulada al término de la primera (32-36). El equipo universitario, tan brillante en ocasiones como lo contrario en otras, y el irreductible campeón de la categoría, Merkamueble (victoria in extremis en el derbi local), completan el póker de candidatos a todo en la recta final del curso.
Los cuatro equipos clasificados acceden a la segunda fase en igualdad de condiciones. El casillero de victorias se resetea, así que de nada sirven los méritos contraídos en los seis primeros meses del calendario. La experiencia de la temporada pasada en la liga junior, en la que el principal favorito se quedó a las puertas de la final, debería servir como toque de atención para unos y acicate para otros. Cada triunfo significará un paso trascendental en la lucha por la clasificación y cada derrota, especialmente en casa, representará un serio revés en sus aspiraciones por el campeonato y por el ascenso. La emoción se multiplica.
No es la única batalla que se librará a partir de este momento. Los seis equipos clasificados entre la quinta y la última posición de la fase regular iniciarán su particular asalto a la Copa. Incongruencias de los sistemas de competición, los finalistas del torneo se determinarán tras una liguilla a una sola vuelta. Eso implica que tres equipos jugarán un encuentro más en casa que sus competidores, a menos que la Federación determine una solución a la catalana: que todos los partidos se disputen en el campo neutral de un tercero. Recordemos que sólo tres clubes de la comunidad asistieron en agosto a la aprobación del calendario.
De entre los seis implicados, únicamente uno de ellos ha logrado llevarse el título a sus vitrinas: la Unión Cántabra, que por cierto ha quedado apeada de la segunda fase después de 16 jornadas, sobre 18 posibles, en puestos de promoción. Amide Camargo (2004), CB Solares (2008) y Trefilerías Quijano (2010) tratarán de resarcirse del mal sabor de boca de sendos subcampeonatos. El filial del SAB Torrelavega defenderá el entorchado conquistado hace doce meses por el primer equipo y el CD Estela B buscará lo que curiosamente nunca consiguió el suyo: proclamarse campeón de la Copa Cantabria.
MARIO TAMAYO CASTAÑEDA | www.algosemueve.org
