Por segunda temporada consecutiva, los morados afrontan la fase final desde el primer puesto de la liga regular y con el factor cancha favorable. Son los vigentes campeones de la Copa Cantabria (derrotaron en la final a la EM Piélagos), pero el entorchado liguero se les resiste. Hace doce meses fueron los protagonistas de uno de los capítulos más dramáticos de nuestro baloncesto, al caer derrotados en semifinales después de ganar todos los partidos posibles. En aquella ocasión sus adversarios fueron los renedanos, los mismos que se encontrarán mañana sobre el suelo sintético del Pabellón de Cueto. Esta temporada, los dos conjuntos se han repartido los triunfos a domicilio en sus dos confrontaciones ligueras, aunque los santanderinos lo tienen más reciente (73-94). Han perdido uno solo de sus últimos dieciséis partidos, por lo que llegan en plena forma.
La espina dorsal del equipo está formada por tres jugadores que ya han asomado a las filas del equipo de Primera División. Raúl Bustamante (formado en la cantera de Amide Camargo) marca el ritmo del partido con la experiencia de un veterano, Guillermo Teja aporta su calidad en las tareas atacantes y Vicente Martínez (un habitual del club del doble-doble) se hace grande en las proximidades de ambos tableros. Los santanderinos cuentan además con un amplio banquillo y con la referencia de la final de Copa (en la que fueron capaces de reducir al equipo renedano con su defensa zonal). Al mando de las operaciones se encontrará el presidente y alma mater del club, Madani López, que tendrá la oportunidad de sacarse la espina de la pasada temporada.
4º EM Piélagos (14-4):
Los campeones en curso han sido los últimos en sacar su billete para la fase final, pero no por ello son menos favoritos que cualquiera de los otros tres participantes. A lo largo de la liga regular han mostrado su irregularidad, cosechando triunfos milagrosos ante el CB Laredo (71-70) y el CB Solares (78-73), pero también han ofrecido una imagen de aspirante al título ante Placinsa Calasanz (68-49) o frente al conjunto de Medio Cudeyo (50-71). De las cuatro generaciones participantes, es seguramente la que acumula un mejor curriculum en acontecimientos de este tipo, no en vano poseen en sus vitrinas los campeonatos de las categorías cadete y junior (2005-2006 y 2006-2007). Eso sí, esta vez no podrán beneficiarse del efecto sorpresa que causó auténticos estragos en la última edición, en la que dejaron en la cuneta al primer y tercer clasificado.
Los pielagueses cuentan en sus filas con el mayor número de jugadores debutantes en la máxima categoría del baloncesto cántabro. Dos de ellos son habituales en las listas de David Fernández: Adrián Sainz es de hecho el base titular del conjunto primerista e Iván Alonso suele jugar como primer relevo de su compañero generacional, a pesar de que sus características le definen como escolta. Además poseen a una de las parejas interiores más determinantes de la liga, la constituida por Chus Calleja (gran último mes de competición) y Jonny López. El encargado de dirigir a este bloque de jugadores es Chus Sainz, el hombre que la temporada pasada reconquistó el entorchado junior para la entidad pielaguesa, así como uno de los entrenadores que más variantes defensivas despliega en sus encuentros. Seguro que tiene algo preparado para mañana.
2º Merkamueble Torrelavega (15-3):
Los amarillos perdieron la semana pasada la oportunidad de terminar la liga regular en lo más alto de la clasificación. La derrota encajada en el Pabellón de los Escolapios le alejó del liderato de la competición en beneficio de Cantbasket, que con el mismo número de victorias hubiera ocupado el segundo puesto. Ahora los muebleros se verán abocados a repetir una semana después el gran clásico de la categoría, con los precedentes de la liga claramente favorables a Placinsa Calasanz (0-2), pero con el dulce recuerdo de las semifinales de la temporada pasada (ganaron en la prórroga). Han perdido las finales de 2006 y 2007; la última de ellas, tras un encuentro marcado por los 29 tiros libres que marraron los torrelaveguenses (una rémora inasumible para cualquier equipo).
Con respecto a la plantilla de la temporada anterior, los torrelaveguenses han sufrido la pérdida de jugadores de mayor calidad individual, pero su juego colectivo parece mucho más consistente. En su haber cuentan seguramente con la mejor rotación interior de la liga (con una interesante conexión entre postes y un poderoso rebote), además de dos bases de características totalmente opuestas: un manejador como Luis León (ausente durante bastantes jornadas) y un jugón como Borja Simón. Su gran talón de Aquiles es una vez más el lanzamiento exterior, un déficit que aprovecharán sus adversarios para cerrarse y defender durante muchos minutos en zona. En cualquier caso, no será ése un planteamiento que pueda sorprender a su técnico, Pablo Chico, acostumbrado a que sus contrincantes defiendan de esa manera.
3º Placinsa Calasanz (14-4):
Al contrario que Merkamueble, la trayectoria del conjunto verde está llena de altibajos. Los santanderinos han alternado actuaciones decepcionantes (como la protagonizada en la cancha de los Agustinos) con momentos de gran superioridad baloncestística (el ejemplo más claro, su aplastante victoria contra el campeón por 85-58). La generación de jugadores conducida desde sus inicios por Alejandro Vallecillo lleva impresa la señal del éxito en la piel: la temporada pasada logró el doblete, apuntándose el título cadete en la final inacabada y el de segunda junior tras una gran remontada en Matamorosa. Así pues, los verdes manejan con soltura el significado de la palabra presión, un aspecto que siempre resulta fundamental en este tipo de acontecimientos. Como curiosidad, han sido el único equipo que ha perdido un partido con los no finalfouristas.
A la cabeza del equipo se encuentran dos jugadores tremendamente elegantes: por una parte Roberto Muñoz, ala-pívot formado en la cantera del CD La Paz, con la tendencia natural a lanzar desde posiciones exteriores, ejecutando con una enorme efectividad; y por otra, José Manuel Segovia, un base con una velocidad endiablada y un auténtico espectáculo en las transiciones rápidas. Los verdes siguen fieles a su estilo tradicional: se sienten más cómodos cuanto más pueden correr, de modo que el control del tempo de partido puede resultar determinante en el desenlace de la eliminatoria; una semifinal apasionante, con estilos diferentes y con la guinda de una sana rivalidad deportiva. La suerte está echada. Ojalá disfrutemos de un gran fin de semana de baloncesto.
Publicado el 18 y 19 de abril de 2008 en ww.jugon.net
