En aquella edición, la representación de nuestra comunidad corrió a manos del histórico Caja Cantabria, al que la reestructuración le permitió salvar el descenso deportivo de categoría. Ya con Quino Salvo a los mandos del equipo, los torrelaveguenses cuajaron un meritorio quinto puesto en su conferencia y se quedaron a las puertas de la fase final.
Los ocho mejores conjuntos de la competición se dieron cita en la caldera del Palacio de los Deportes de Gijón, donde los más de 6.000 aficionados locales que abarrotaban la instalación condujeron a su equipo a un agónico ascenso a la Liga ACB (69-68). Aquel fue el brillante preludio de una época dorada para los clubes de la cornisa cantábrica.
Sistema de competición: cuatro conferencias de 14 equipos, los seis primeros disputan la segunda fase y los seis últimos juegan las eliminatorias por la permanencia. En la segunda fase, cuatro grupos de seis equipos, de los cuales los dos primeros acceden a la fase final de Gijón. Los dos finalistas del torneo ascienden a la Liga ACB, categoría de la que descienden deportivamente el CB Valladolid (que consigue la permanencia por la vía administrativa) y el Breogán Lugo. Fotografía | Ayuntamiento de Gijón para Wikipedia