19 de marzo de 2012

Vuelta a las andadas

Apuntes del SAB Torrelavega 51-59 Easo Arruabarrena

Mala imagen:  el conjunto torrelaveguense mostró su peor versión de la temporada en un momento clave para afianzar su tercera posición. Fue un duelo entre dos intensidades diferentes, la descomunal ferocidad de los guipuzcoanos, que se comieron la pista desde el salto inicial, y la de los pupilos de Pope Béjar, que rozó peligrosamente el ridículo (25-52). La desidia generalizada, impertérritos ante los acontecimientos, sin transmitir una actitud de competitividad digna de la tradición baloncestística de la cuenca del Besaya, incomodó a un graderío semidesértico que sintió por instantes un desbordante sonrojo. Hablar de un déficit de motivación o ganas a estas alturas de la película es un hachazo directo al grupo.

Ni ataque ni defensa:  la ofensiva más errática del curso deportivo, maquillada de forma estéril en los últimos cinco minutos (29% en lanzamientos de campo y un lamentable 50% en tiros libres), mostró a las claras los problemas de cara al aro cuando Eloi Galofré no tiene el día (gris a pesar de enchufar 17 puntos y capturar 8 rebotes). Únicamente Álvaro Fernández Bassu sumó con su facilidad natural desde posiciones exteriores. En las labores defensivas percibimos las situaciones más grotescas, con un balance digno de la funesta temporada pasada, permitiendo lanzar a Pablo Arenaza sin oposición (4 de 4 en triples) y desistiendo como norma en cualquier lucha por un balón dividido. Nothing is nothing.

Se prorroga la pugna:  con su victoria, el Universidad de Valladolid se ha situado a un único triunfo de los sabistas cuando restan dos jornadas para la finalización de la fase regular. La semana próxima se presenta un cartel de auténtico lujo, la tensión se podrá tocar con los dedos: los vallisoletanos se miden al CD Estela en línea descendente de juego, ante un rival que dirime sus opciones de acabar como líder la competición; mientras, el plato fuerte se vivirá en el Vicente Trueba en un derbi que agota los calificativos. Los muebleros morirán con las botas puestas, agotando sus últimas esperanzas para sobrevivir en esta selva federativa. Los blancos buscarán la redención ante su hinchada, con el jugoso tercer puesto en el horizonte.


JOSÉ ÁNGEL DURÁN AGUIRRE | www.algosemueve.org