13 de enero de 2013

Ni contigo ni sin ti...

Apuntes del CD Estela 80-84 Easo Arruabarrena

...tienen mis males remedio:  Los jugadores del CD Estela saltaron a la cancha con ansias renovadas. Los 19 puntos anotados en los cinco primeros minutos reflejaron sus ganas por invertir la dinámica de resultados negativos. Con ataques que no sobrepasaban los ocho segundos de posesión, acciones verticales al aro (especialmente de Jaime García) y acierto en sus tiros, los santanderinos se marcharon hasta los 10 puntos de diferencia. Sin embargo, toda su inspiración ofensiva no encontró continuidad en la retaguardia, donde sus errores de concentración se traducían en canastas fáciles para los donostiarras. El técnico extremeño estrenó su cuenta de tiempos muertos en la capital cántabra con una frase concluyente: Todavía no he visto ningún body-check. Los visitantes salieron indemnes del primer envite y no lo desaprovecharon en los minutos posteriores.

Confianza ciega en el estilo:  No le importunó al conjunto dirigido por Gotzon Arrieta el vendaval ofensivo que sufrió en los compases inciales. Su planteamiento no sufrió variación ninguna y su decidida apuesta por las señas de identidad se saldó con un notable éxito. La presión asfixiante ejercida durante los cuarenta minutos de juego generó, finalmente, una cascada creciente de pérdidas, saque de lateral incluido. El desconcierto, la frustración y la incredulidad se fueron apoderando paulatinamente de los jugadores locales, incapaces de controlar tampoco su rebote defensivo. Y así las cosas, desventajas de seis u ocho puntos, que en otras circunstancias serían asumibles, para los estelistas se convierten en abismos insalvables. Los problemas baloncestísticos existen (son ya seis derrotas consecutivas); sin embargo, los psicológicos parecen más preocupantes.


Radiografía completa:  Gran parte de las miradas de los aficionados locales se dirigieron hacia el entrenador debutante (también las nuestras). Como dato curioso, prescindió de las típicas entradas en los últimos cuatro minutos del calentamiento. Su primer quinteto inicial fue el estándar, con la entrada del recuperado Juampe García y la salida del lesionado Milos Martinovic. No realizó el primer cambio hasta el noveno minuto de juego y su primer tiempo muerto fue apenas un par de acciones posteriores al solicitado por el técnico donostiarra. No es de los entrenadores que oculte su estado de ánimo, más bien al contrario: no puede ser más expresivo. Es el primero en estimular los ánimos de sus hombres, pero también en clamar por los errores. En ciertos momentos dio la sensación de estar desasistido; intuimos que necesita un segundo entrenador. Fotografía | Pablo Lanza para el CD Estela


MARIO TAMAYO CASTAÑEDA | www.algosemueve.org