14 de enero de 2013

Progresan adecuadamente

El punto diferencial:  Dos acciones consecutivas levantaron a los aficionados renedanos de sus asientos. En la primera de ellas, una precisa asistencia de Jorge Barquín por encima de las testas de sus oponentes llegó a las manos del piloto de las fuerza aéreas pielaguesas Dani Gómez que, a la altura de la techumbre del pabellón, cazó la bola para hundirla hasta la miseria (como Rodrigo Rato con Bankia). Como el cartero siempre llama dos veces, en la segunda entrega el base solariego remitió una postal certificada al alero reocinista con la mirada a los tendidos (en realidad y para ser fieles a lo sucedido, a los ventanales), que coronó con un segundo mate. El público premió a los dos protagonistas con una sentida ovación de gala, y es que para los espectadores locales el espectáculo es especialmente gratificante cuando lo brindan dos chicos de casa.

Cambio de imagen:  Más allá de la novedosa y estilizante equipación presentada por el conjunto renedano, parece que el Pas Piélagos ha conseguido liberarse de los grilletes y las mordazas que representan su situación clasificatoria. Indudablemente, la lucha por la zona noble de la tabla clasificatoria es un aliciente de sumo gusto para el paladar, pero la batalla por la permanencia no es ninguna indignidad y, como se ha demostrado este domingo, no es incompatible con el disfrute. Por primera vez en toda la temporada, el Pas Piélagos ha sido el dueño del encuentro de principio a fin en el Expósito, y lo ha conseguido sin huidas hacia adelante de su directiva (en forma de fichajes que comprometan el futuro del club) ni de su técnico (huyendo de las minutadas y haciendo partícipes a todos los jugadores). Parece que han optado por la senda adecuada, al menos desde nuestro punto de vista.


Un rival encomiable:  Seguro que los miembros de la expedición urretxuarra se han marchado decepcionados por la derrota encajada ante uno de sus rivales directos, pero lo cierto es que la imagen ofrecida por el cuadro guipuzcoano invita al optimismo. Su nivel de compromiso, su inasequibilidad al desaliento y su entrega extrema en las labores defensivas inquietaron la victoria renedana mediado el tercer acto (50-51). Ahora bien, la diferencia de talento entre uno y otro equipo parece evidente. Con David García Peña acercándose a su estado óptimo (24 puntos), Miguel Ángel Blanco en su línea habitual (19) y un Tato Neila errático en ataque, pero imperial en el rebote defensivo, el Pas Piélagos plasmó sobre la cancha su teórica superiodad nombre a nombre; y más aún con la ausencia de Aitor de Miguel, el MVP y máximo anotador visitante. Fotografía | Cristina Echevarría


MARIO TAMAYO CASTAÑEDA | www.algosemueve.org