2 de noviembre de 2015

El Expósito se abona a la épica

Apuntes del Pas Piélagos 87-75 La Gallofa Cantbasket

Una fotocopia compulsada:  Tan solo 14 días después del derbi frente al Igualatorio Cantabria, el Pas Piélagos ha ejecutado la misma partitura ante La Gallofa Cantbasket, sin variación ninguna; la vida es así de sorprendente. Hasta por 17 puntos de diferencia llegaron a dominar los morados en la primera mitad (31-48) con el juego más participativo de toda la campaña. Tres hombres se mostraban especialmente acertados en el apartado ofensivo: Álvaro Teja (12 puntos antes del descanso), Miguel Ángel Blanco (11) y Jesús Cotera (7). En todo ese tiempo, solo hubo dos buenas noticias para el conjunto renedano: la primera, que había alejado a Chris Matagrano de la pintura (no recibía a menos de cuatro o cinco metros del aro) y, la segunda, que había evitado la fuga con cinco tantos consecutivos (38-50). El senegalés Pape Abdoulaye (11+10) pareció acusar su proceso de recuperación.

El viento cambia de dirección:  Muchos de los jugadores de La Gallofa Cantbasket estuvieron presentes en el duelo de la primera jornada. Y seguro que todos ellos fueron advertidos por sus técnicos, al paso por los vestuarios, del peligro que encierra la cancha renedana. Pues bien, el destino se convierte en ocasiones en un carril de sentido único de desenlace tan precedible como inevitable. Mediado el tercer periodo, José Ignacio Álvaro avistó la luz al final del túnel y conminó al respetable a apretar desde la grada. Ni siquiera la aparición fulgurante en este cuarto del gran kaiser de la liga, el estadounidense Chris Matagrano (25 puntos y 8 rebotes), pudo abortar el tornado que a los morados se les venía encima. El público pasista se vino arriba e hizo suyo el slogan de la rescatada Expediente X: I want to believe. Y como diría Friedrich Hebbel, creer algo posible es hacerlo cierto.


El comando torrelaveguense:  Hay un lugar en el que las articulaciones que unen la mano y el antebrazo se cuidan con una devoción especial. Ese es la capital del Besaya, de donde proceden dos de las muñecas más acreditadas de la región. Raúl González (17) y Álvaro Fernández (6) nunca serán conocidos por sus apellidos, pero sí por su acierto desde la línea de 6'75. Sus conversiones llegaron en momentos ciertamente delicados, cuando los visitantes amenazaban con la escapada y también cuando los locales culminaron la remontada. De mucho más lejos procede el bailongo de Julio de Assis (17 puntos y 12 rebotes), que tiene enamorado a la afición renedana. El ala-pívot angoleño encarna el prototipo de jugador que desborda corazón en todas y cada una de sus acciones en pista. Quizás por ello fue el encargado de la defensa del coloso estadounidense, con un meritorio resultado.

La zona vuelve a romper:  Desde el punto de vista pielaguista, la variación defensiva volvió a sembrar de espinas y concertinas las proximidades del aro propio. Desde el punto de vista cantbasketiano, el movimiento zonal acabó con el suministro de balones interiores, lo que cristalizó en dos o tres tiros marrados por Chris Matagrano a unos cuatro metros del aro (hizo 10/15, resten y calculen sus prestaciones en la zona). No estuvieron tan acertados los hombres perimetrales que habían sacudido la zaga renedana durante 25 minutos. El cóctel explosivo lo completó el cambio de ritmo: el partido adquirió una velocidad de vértigo, el hábitat natural de los pupilos de José Ignacio Álvaro. El resultado fue escalofriante: del 63-68 a sendos empates (68-68 y 71-71) y de ahí al despegue definitivo (78-71). Nunca digas nunca jamás en el Fernando Expósito. Fotografía | David Cuesta para el Pas Piélagos


MARIO TAMAYO CASTAÑEDA | www.algosemueve.org