Las cuatro derrotas sufridas en el sprint final de la fase regular (todas ellas en un fatídico mes de marzo) han trastocado la moral del cuadro santanderino. Durante casi cuatro meses, parecía que los permanentes cambios en la composición de la plantilla no afectaban a su rendimiento, pero la última reconstrucción, sobre la bocina del mercado de invierno, ha terminado por pasarle factura. A estas alturas del partido, el mítico Andrés Gimeno (otrora comentarista tenístico de TVE) hubiera soltado una de sus frases más emblemáticas: me parece que lo mejor del CD Estela ya lo hemos visto; tan cierto como que una eliminatoria de ascenso no se vive todos los días, y que los jugadores y técnicos del conjunto santanderino van a echar el resto en el envite, como ya lo hicieron la temporada pasada.
Así las cosas, el CD Estela recibe este sábado (18:30) en el Palacio al Marín Peixegalego, equipo entrenado por el inolvidable Quino Salvo, que se quedó a las puertas del ascenso la pasada campaña. Los gallegos han accedido a la fase final desde el segundo puesto de su subgrupo, con un balance de 15-5. El dato para el optimismo es que sus cinco derrotas han sido precisamente a domicilio, donde sus resultados no son tan positivos (5-5). Hasta 10 jugadores entran habitualmente en la rotación del cuadro gallego (todos ellos con medias inferiores a los 30 minutos y superiores a los 10), con un reparto en la anotación quirúrgico. El alero dominicano Gregorio Adón (2'00) y el poste multimetálico Joseba Aramburu (oro+plata+bronce) son sus principales amenazas.
SAB Torrelavega (3º)-Establecimientos Otero (1º)
El tercer mes del año tampoco ha sido precisamente bueno para el cuadro torrelaveguense. Ha concluido la fase regular con tres derrotas ante equipos notablemente inferiores, como el Deportes Ferrer (67-75), Merkamueble (74-69) o Easo Arruabarrena (51-59). Se presenta en las eliminatorias con la satisfacción de los deberes cumplidos: ha sabido sobreponerse a la ausencia de su mejor hombre y colarse entre los tres mejores del campeonato, pero su apuesta baloncestística no ha calado entre los aficionados. Este domingo (12:15), la entrada en acción de su hinchada resultará fundamental en las aspiraciones de los locales, para quienes cualquier tipo de ventaja, por mínima que fuera, resultaría todo un triunfo antes de su desplazamiento al inferno amarelo de O Pombal.
El Establecimientos Otero se ha proclamado por primera vez en su trayectoria campéon del grupo gallego. Ha firmado una fase regular prácticamente inmaculada, con un balance de 18 triunfos y 2 derrotas (la última de ellas, en la jornada final), y ha aventajado en un puñado de victorias a los dos gallitos del grupo, el Recinor Ferrol y el Marín Peixegalego. No será su primer enfrentamiento contra un equipo torrelaveguense, porque en la pasada olimpiada (2008) los pontevedreses encajaron una severa derrota ante Merkamueble (104-80) en la fase de ascenso de Vitoria-Gasteiz. De aquel equipo no queda ni el apuntador (o el apuntador sí y lo desconocemos). Vuelve el pibe Guido Villamil, ex-Pas Piélagos, autor de cinco faltas en 10 minutos en un amistoso contra el SAB. ¿Volverá a hacerlo?
Recinor Ferrol (3º)-Cafés Aitona (1º)
El cuadro gallego afronta la primera eliminatoria de ascenso con la lección bien aprendida tras la eliminación ante el CD Estela la temporada pasada. Los donostiarras se presentan con el cartel de favoritos gracias a sus once victorias consecutivas, a su contundente triunfo ante los santanderinos y, sobre todo, a la solidez de su juego. Los ferrolanos cuentan con un bloque formado mayoritariamente por jugadores veteranos como Armenio Pazos (34), José Ramón Esmorís (36) y José María Moreno (37). Se trata de una serie con aroma histórico, no en vano representan a dos de las ciudades de mayor tradición del país, y súmamente dura, a juzgar por las características de ambos equipos. Recorrerán la cornisa cantábrica de extremo este a extremo oeste y viceversa. ¿Quién dijo AVE? Fotografía | CB Marín
MARIO TAMAYO CASTAÑEDA | www.algosemueve.org
