1. IÑIGO DEL VALLE DE LERSUNDI (Easo ST)
Tras una temporada de transición en la LEB Plata, el jugador donostiarra ha retornado a la Liga EBA. Y lo ha hecho por la puerta
grande, con su segunda inclusión en el
quinteto de la temporada. Ha sido el jugador más destacado en su posición: el que más puntos ha anotado (13'0), más rebotes ha cogido (5'0), más
valoración ha acumulado (16'5) y, sobre todo, el que mejor ha comandado las operaciones de su equipo. Jugador con una
descomunal potencia física, resulta una auténtica pesadilla para sus pares defensivos. Ha estado presente en siete de los 22 quintetos de la jornada; y buena parte de ellos, en la recta final de la temporada, cuando los guipuzcoanos se han
asegurado su primera presencia en una fase de ascenso a la LEB Plata, con nueve victorias en sus 10 últimos encuentros. Jugador fetiche del baloncesto donostiarra, ha disputado la Liga EBA con los tres equipos de la ciudad. Un auténtico seguro dentro y
fuera de la cancha.
2. DAVID GARCÍA PEÑA (Pas Piélagos)
Sus números no han distado en exceso de los acumulados las dos temporadas anteriores; sin embargo, las
sensaciones sobre la cancha han sido notablemente superiores. Este año, los aficionados del Pas Piélagos han tenido la oportunidad de
deleitarse con la versión deluxe del jugador santanderino: un anotador implacable, un pasador exquisito, el hombre con más talento y más desequilibrante de la categoría. Y uno de los principales
protagonistas de la tarde más gloriosa del club renedano en tiempos, la
histórica remontada del 19 de enero de 2014 ante el Easo ST (91-70). Sus 17'4 puntos, 3'9 rebotes, 4'1 asistencias, 5'8 faltas recibidas y 16'9 créditos de valoración son motivos suficientes para certificar, con toda justicia, su primera presencia en nuestro
quinteto de la categoría. Parece que no le ha sentado nada mal la paternidad al ex-jugador de la Liga ACB. En la directiva renedana seguro que están rezando para que, a mucho no tardar, llegue la parejita...
3. ENDIKA BAHILLO CERVERA (CB Santurtzi)
Se atisbaban nubarrones negros en la margen izquierda tras la salida de las dos principales
referencias ofensivas del equipo, Marcos Casado y Edu Hernández (ambos con destino a la LEB Plata). Los malos augurios han dado paso, sin embargo, a una
meritoria campaña del conjunto vizcaíno, que ha superado las prestaciones de la temporada anterior. Y lo ha hecho, en gran medida, gracias a la aportación de este enorme alero de 22 años, formado en la cantera del Real Madrid y
subcampeón de Europa con la selección española SUB-16, que se ha
destapado con los mejores números de su trayectoria deportiva: 18'0 puntos y 6'0 rebotes, para una valoración media de 15'3 (el doble que hace tan solo un año). Así pues, el CB Santurtzi volverá a ser el centro de las miradas en el mercado
veraniego: no le faltarán las novias al jugador nacido en Barakaldo, con una prometedora carrera por delante. Desde luego, nadie puede decir que no haya dado la talla.
4. SERGIO DE LA FUENTE VALDIZÁN (Universidad de Valladolid)
De un subcampeón de Europa a un
subcampeón del mundo: nada más y nada menos que el segundo mejor jugador del planeta en la
modalidad de uno contra uno. Los números le han coronado como el jugador más
valioso de la competición (26'1), seis puntos por delante de su más inmediato perseguidor. Anotador compulsivo (20'4), ya sea desde la larga distancia o en las proximidades del aro, y reboteador insaciable (10'7), el ala-pívot pucelano ha deslumbrado a compañeros y rivales con actuaciones
portentosas, con el Pas Piélagos como víctima predilecta (34+15 en el Expósito y 32+12 en Fuente La Mora). Ha sido un año redondo en lo individual y en lo colectivo: su equipo, el Universidad de Valladolid ha escalado al peldaño más elevado de la Liga EBA y se ha ganado el
derecho deportivo a participar en la LEB Plata. He aquí una de las pocas personas que ha salido de la isla de Alcatraz con una sonrisa en la cara (él y Clint Eastwood); RED BULL le ha dado alas.
5. ALBERTO DÁVILA ALIENDE (Fundación Ardoi)
Los caminos del señor son inexcrutables. A los 33 años ha tenido que esperar nuestro último protagonista para
explotar como jugador de baloncesto. Se trata de un cinco clásico, no excesivamente alto (apenas 1'94 metros), aunque fuerte, que ocupa mucho volumen en la pintura y que no duda en valerse de él para crearse sus propios espacios. Hombre con un pronunciado
carácter (en ocasiones, excesivamente vehemente), es el típico jugador que todo aficionado quisiera para su equipo, pero nunca para el contrario. Sus números lo dicen todo: con 12'9 puntos y 10'2 rebotes es uno de los tres únicos jugadores que ha
promediado un doble-doble esta temporada. Competitivo como el que más y sacrificado en las labores defensivas, ha colaborado de manera inestimable a la mejor
clasificación del Fundación Ardoi en toda su historia (5º tras haber liderado la competición durante buena parte del inicio). Seguro que le cantan eso de
no te vayas de Navarra...
MARIO TAMAYO CASTAÑEDA | www.algosemueve.org