Apenas veinticuatro horas después de disfrutar de la mejor versión de Merkamueble, los aficionados amarillos se vieron sorprendidos por la cara menos positiva del equipo. El Ciudad de Ponferrada llevó el partido a su terreno y los muebleros no pudieron hacer nada para contrarrestarlo. Y lo acabaron pagando con una dolorosa derrota que les impide depender de sí mismos, aunque vista la resolución final de la jornada, se puede sentir satisfechos, porque el Grupo Covadonga les rescató in extremis (80-83) en la lucha por el ascenso directo.
Los amarillos se están convirtiendo en auténticos especialistas en las salidas. Ayer volvieron a protagonizar una magnífica puesta en escena, que bien parecía un calco de lo sucedido en la jornada anterior ante el Grupo Covadonga. Con una defensa agresiva y una gran efectividad en ataque, los torrelaveguenses tomaron pronto su primera y única gran ventaja (2-14). El técnico visitante se vio obligado a detener el partido para abortar el intento de fuga de Merkamueble.
El resultado del receso no pudo ser más positivo para el equipo berciano. Los leoneses comenzaron su particular exhibición desde la línea de 6'25 y con dos conversiones consecutivas avisaban de sus intenciones (8-14). La defensa zonal ordenada desde el banquillo visitante hizo el resto: los anfitriones se atascaron en ataque y su oponente empezó a crecerse peligrosamente, espoleado por los ánimos de sus aficionados. La remontada se completó antes del primer descanso con tres tiros libres (21-18).
En manos del Ciudad
A partir de ese momento, el Ciudad de Ponferrada tomó el control del encuentro y no lo abandonó en los treinta minutos restantes. Los amarillos aguantaban en el electrónico (32-31), pero las sensaciones que transmitían no eran nada positivas, porque parecían demasiado incómodos con lo que estaba sucediendo. En esos momentos aparecieron los nervios y los jugadores de ambos equipos se enzarzaron en disputas personales, que alcanzaron su cénit cuando, en la última jornada de la primera parte, Pablo Martínez recibía un placaje de rugby que culminaba con la canasta de los leoneses (40-37).
En la segunda parte, las dificultades de la escuadra torrelaveguense se acrecentaron desde el apartado estadístico menos esperado: las faltas personales. Sus dos aleros titulares (Paco Masa y David Gómez) sumaban en apenas unos momentos la tercera y, poco después, la situación empezaba a adquirir tintes dramáticos cuando Masa tenía que retirarse del campo con la cuarta sobre sus espaldas. Merkamueble se quedaba sin su mejor hombre con más de quince minutos por delante.
Panorama negro
Los nubarrones se transformaron en chubascos tormentosos cuando reaparecieron los especialistas leoneses desde la línea de 6'25. Con una paciencia en sus ataques a prueba de bomba y un efectivo Álvaro Maté (cinco triples), los castellanos colocaban al conjunto torrelaveguense contra las cuerdas avanzado el último periodo (62-53). Por si fuera poco, los hombres más seguros de Merkamueble empezaron a fallar un rosario de tiros libres, que pudieron meterle el miedo en el cuerpo al Ciudad de Ponferrada.
Un siempre oportuno Alberto Liaño rescataba las opciones del equipo con el segundo triple de su cuenta (64-60), pero su esfuerzo se quedó sin recompensa cuando, dentro de los dos últimos minutos, se le señalaba a Raúl Respuela una falta antideportiva con balón de por medio, cuyas protestas acabaron costándole una técnica que remataba el encuentro (71-62). Rafa Castillo dejó la diferencia en siete puntos, que quién sabe si acabarán siendo decisivos para la suerte del ascenso.
Ciudad de Ponferrada 71-64 CD La Paz
Parciales: 21-21, 40-37, 54-51 y 71-64.
Ciudad de Ponferrada: Paco Fernández (5), Sergio Laso (15), Dani García (8), Marcos Álvarez (6) y Álvaro Maté (22). Banquillo: Roy Martínez (6), Óscar González (0), David Piera (7) y Borja Rodríguez (2). Entrenador: Alberto Miranda.
CD La Paz: Rafa Castillo (13), Paco Masa (9), David Gómez (10), Raúl Respuela (8) y Javier Egüen (0). Banquillo: Pablo Martínez (2), Manu Díaz (3), Aitor Fernández (4), Alberto Liaño (6), Amador Díaz (4) y Jorge García (3). Entrenador: Jorge Sagas. Arbitraje castellano-leonés y asturiano (desacertada actuación). 1.200 espectadores en el Pabellón Vicente Trueba
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