Se acerca el invierno: Y no solo en lo climatológico, sino también en lo deportivo. La Gallofa Cantbasket ha empezado a experimentar en sus propias carnes la dureza de una competición tan exigente como la Liga EBA. Este jueves se han cumplido dos meses del último triunfo cosechado por el equipo morado (68-76 en Tolosa), en una racha que suma cinco derrotas consecutivas. Sin embargo, el colchón del 7-0 inicial le permiten mantener la vigilancia sobre los puestos de fase de ascenso, con los que podría empatar al término de la primera vuelta. Para ello, tendrá que ganar a una de las escuadras más necesitadas del momento, el Centro Mikeldi bilbaíno (4-8), que acumula cinco derrotas en las seis últimas jornadas, y que en sus tres visitas a Cantabria ha cosechado otras tantas decepciones. El retorno de Pablo Sánchez (tras un proceso gripal) es la mejor de las noticias para la AD Cantbasket. Esperemos que tengan mejor fortuna que la familia Stark (12:15).
Nunca doblegado ni roto: La imagen ofrecida por el Pas Piélagos el pasado domingo ante el Mondragon Unibertsitatea no invita precisamente al optimismo; y mucho menos el saldo histórico de resultados obtenido por el cuadro pasista en tierras santurtzitarras: ¡7-0! (en competición oficial). En el único precedente de esta temporada, los vizcaínos resolvieron por la vía rápida el partido de preparación que disputaron el pasado verano en Santoña. Los renedanos tendrán que echar mano del lema de la Casa de Martell para sacar adelante uno de los compromisos más complicados de la campaña, anticipo del exigente calendario que se les viene encima. Si no lo hacen, tienen todas las papeletas para concluir la primera vuelta del campeonato en posiciones de descenso directo. Dos prórrogas han disputado cada uno de los dos contendientes y en ambos casos con el mismo resultado: derrota. Plantillón contra plantillón, por mucho que la clasificación diga lo contrario. Fotografía | Álvaro Gutiérrez
MARIO TAMAYO CASTAÑEDA | www.algosemueve.org