5 de febrero de 2012

Los milagros, para los que creen

Apuntes del CD Estela 87-78 UPV de Álava

Lección de vida:  no hay situación lo suficientemente adversa como para pensar que ho hay resquicio para la esperanza. En plena vorágine negativa, de las catacumbas del banquillo santanderino emergió una voz crédula que espetó: ¡queda mucho tiempo! La transmutación no se hizo esperar demasiados minutos. Agarrados a la consigna de un imaginario sí se puede, los jugadores del CD Estela se subieron al carro de la épica (recordemos, 54-70) y, armados de triples, dos más unos y series de tres tiros libres, arrinconaron a sus rivales hasta una muerte tan inesperada como angustiosa. El espíritu de superación, la capacidad de sacrificio y la creencia en las propias posibilidades también ganan partidos.

Clavados en los tacos:  los jugadores santanderinos no hicieron gala de un elevado nivel de concentración en el pistoletazo de salida, pero tampoco a la vuelta de vestuarios. En la primera mitad, semejante temeridad les costó 10 puntos de desventaja y en la segunda (sobre aviso) alcanzaron los 18. Con los tiradores vitorianos en plena racha de acierto (cinco triples en el primer cuarto), Martín Buesa haciendo gala de muñeca e Ilimane Diop sacando tentáculos, el UPV de Álava hizo méritos más que suficientes para cargar el triunfo en sus mochilas. Pecados de juventud o no, los alaveses tiraron por la borda en apenas unos minutos el trabajo de una semana. Derrota de las que hacen mucha pupa.

Secuencia completada:  si no te mataban unos, lo hacían otros: era la gran ventaja con la que contaba la escuadra santanderina en la primera vuelta. Esos tiempos forman parte del pasado y ahora las bajas prestaciones de los titulares influyen de manera determinante en el rendimiento del equipo. El técnico Joaquín Romano hila fino con una rotación de apenas siete hombres, ya que tiene que compatibilizar las disposiciones tácticas con el reparto de esfuerzos. Nadie le puede negar su capacidad de adaptación (cuando no de supervivencia) a la realidad del club. Trabaja con lo que tiene y no se lamenta de lo que hubo. Su discurso ha calado hondo en el vestuario. Es la versión 2.0 del CD Estela.


MARIO TAMAYO CASTAÑEDA | www.algosemueve.org